Señor Presidente.

Compañeras y compañeros legisladores:

Quiero agradecer a la Comisión de Justicia y a la Mesa Directiva por el proceso de elección del futuro Ministro y felicitar a los miembros de la Comisión de Justicia por permitir la participación de todos los grupos parlamentarios en la comparecencia de los aspirantes a Ministro, dándonos la oportunidad de conocer y dialogar con los candidatos en un acto democrático, republicano y transparente.

Considero que estos ejercicios democráticos son de altísima importancia para nuestro país. Es en estos procesos en donde hacemos democracia, en donde se hace democracia, en donde se fortalecen las instituciones del Estado mexicano, donde se escuchan las exposiciones de los aspirantes y sobre todo donde se deben hacer las preguntas difíciles, para así conocer de viva voz a los aspirantes a uno de los cargos más importantes de la nación.

No es cosa menor. Hablar de democracia no es sólo un tema de elección, también es un tema de responsabilidad por parte de los representantes populares, quienes tenemos que cumplir con nuestra labor legislativa y de pesos y contrapesos. Por eso también lo digo, me hubiera gustado como mexicano ver una mayor participación de otras compañeras y compañeros en este proceso legislativo.

La democracia definida por Winston Churchill es la peor forma de gobierno con la excepción de todas las otras formas de gobierno que ya se han probado. Los invito entonces a que hagamos democracia, participemos. Si no nos gusta el procedimiento legislativo, cambiémoslo. Si no nos gusta este procediendo para elegir a ministros cambiémoslo. Sin embargo, esto es lo que tenemos y en este acto democrático un proceso de elección que nos permite revisar de manera puntual los perfiles de cada uno de los candidatos a ocupar el cargo de ministro, yo considero que es una de las funciones más honorables y respetables de nuestro país.

Hoy, estamos a punto de designar a uno de los tres candidatos que formarán parte de los once Ministros del Tribunal constitucional, sin duda, debe ser la persona más apta para cumplir las tareas de justicia que tanto requiere el país.

Ser Ministra o Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es uno de los cargos públicos que debe ser portado con honor, responsabilidad y honradez. El derecho y la justicia constitucional depende de ellos y por ende deben ser los más idóneos y capacitados para poder dirimir los conflictos de justicia.

La designación que estamos a punto de realizar deriva de una vacante del Ministro José Ramón Cossío Díaz. Tienen unos grandes zapatos que suplir. A nosotros nos corresponde dar cumplimiento a la norma constitucional y en el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, no tenemos la menor duda, que este procedimiento de selección, se realizó con la mayor pulcritud e imparcialidad.

Por ello, consideramos que los perfiles que hoy nos proponen en el Dictamen de la Comisión de Justicia son los candidatos idóneos para desempeñarse como Ministro o Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En razón de lo anterior, votaremos a favor del presente Dictamen, debido a que representa el fortalecimiento de una la máxima institución encargada de la interpretación constitucional para la salvaguarda de los derechos de los mexicanos.

Por su atención, muchas gracias.