Con la venia de la presidencia;

Compañeras y compañeros diputados,

En el marco de la conmemoración del natalicio del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, es un honor hacer uso de esta tribuna a fin de recordar a uno de los héroes de la nación mexicana, aquel político que encabezo la reforma liberal y trabajo incansablemente para consolidar los cimientos de la República del México actual.

Nacido en el seno de una humilde familia zapoteca en el pueblo oaxaqueño de San Pablo Guelatao, su vida transcurrió por etapas complicadas, las cuales superó con inteligencia y compromiso, por ello hoy es un día para reconocer la labor del abogado, Diputado Federal, Gobernador del Estado de Oaxaca, Ministro de la Suprema Corte y Presidente de la República, colocándose como una de las figuras cumbre de la política mexicana del siglo pasado; su inquebrantable constancia, trabajo y dedicación dieron vida a las Leyes de Reforma, instrumentos jurídicos que impulsaron la modernización del país.

Como mexicanos Juárez es una figura que nos infunde gran orgullo ya que gracias a su constancia superó las condiciones de desigualdad que imperaban en la época, sobre todo en la esfera educativa, logrando recibir su formación académica en un seminario de la ciudad de Oaxaca, obteniendo con gran esfuerzo y dedicación el título de licenciado en Derecho en 1834.

Gracias a su formación profesional, capacidad y gran voluntad inició su carrera política como regidor, abriéndose paso hasta ocupar un cargo como diputado local, posteriormente federal, juez, magistrado del Supremo Tribunal, hasta llegar a la gubernatura de Oaxaca, permitiéndole conocer a fondo el funcionamiento del entramado institucional del México de aquellos años.

La compleja relación que sostuvo con Antonio López de Santa Anna lo llevó a sufrir el destierro a los Estados Unidos, fue en ese momento que coincidió con un grupo de liberales con quienes compartía los mismos ideales uniéndose bajo la bandera de lograr consolidar una profunda transformación política y social en México.

Cuando por fin logró regresar al país trabajo incansablemente defendiendo sus ideales logrando convertirse en ministro de Justicia, desde donde elaboró e impulso la ley reformista que lleva su nombre "Ley Juárez", posteriormente tras el golpe de Estado de Ignacio Comonfort, Juárez ocupó por ministerio de ley el cargo de Presidente de la República, desde donde defendió con éxito a la nación de las fuerzas imperialistas invasoras, preservando con ello la soberanía e independencia de México.

La historia se ha encargado de señalar los ideales juaristas como una forma de pensar de avanzada, los cuales recogen las aspiraciones e inquietudes de la población en su conjunto, tratando de transformar y adaptar la realidad a las condiciones de una sociedad en constante cambio y evolución.

Es menester señalar, que gran parte del éxito de la carrera política de Benito Juárez fue gracias a su habilidad para rodearse de importantes personajes de la época, hombres con una gran calidad humana, moral e intelectual.

Estamos convencidos que el pensamiento juarista se encuentra más vigente que nunca, Juárez fue un hombre comprometido con el progreso y el desarrollo del país, sin embargo, el Estado que concebía no era intervencionista o paternalista, era aquel que brindaba a los individuos las condiciones y oportunidades que les permitieran desarrollar plenamente sus capacidades.

Por lo antes expuesto, quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México nos sumamos al reconocimiento de Don Benito Juárez García como hombre de Estado moderno y visionario, el cual, bajo un contexto complejo, dio rumbo y estabilidad al Estado Mexicano; el ejemplo de Juárez como iniciador del México moderno sigue vigente en nuestro días, estamos convencidos que en estos tiempos de cambio y definición nuestro mejor homenaje es darle continuidad a lo que hemos construido a través del tiempo con el único objetivo de servir, mejorar y engrandecer al pueblo mexicano.

Es cuanto, muchas gracias.

PARTIDO VERDE