Jueves, 14 Noviembre 2013 12:08
SE ADICIONA UN ARTÍCULO 110 BIS A LA LEY ORGÁNICA DEL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Featured
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INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE ADICIONA EL ARTÍCULO 110 BIS A LA LEY ORGÁNICA DEL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
La suscrita, Senadora Ninfa Salinas Sada, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México en el Senado de la República, de conformidad con lo dispuesto por los Artículos 71, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 8 numeral 1, fracción I; 163, 164 y 169 del Reglamento del Senado de la República, someto a la consideración del Pleno del Senado de la República, la siguiente INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE ADICIONA EL ARTÍCULO 110 BIS A LA LEY ORGÁNICA DEL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, con base en la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
En un mundo caracterizado por la globalización de los mercados, la demanda de bienes y servicios se incrementa constantemente. Sin embargo, en su producción, distribución y consumo no sólo se utiliza una importante base de recursos naturales, sino que también se genera un impacto ambiental considerable. El desequilibrio ecológico que ha sido inducido por la tendencia de hacer un uso desmedido de los recursos naturales utilizados para satisfacer las necesidades humanas llevó a la Comunidad Internacional a proponer acciones que contribuyeran a evitar el agotamiento de dichos recursos, en beneficio de nuestra y las generaciones venideras. Una de las principales aportaciones que a nivel internacional se han hecho es la adopción del concepto de desarrollo sustentable. Éste se entiende como aquel que “satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” Para transitar en el proceso de dicho desarrollo, el Informe de la Comisión Brundtland presentó a la comunidad internacional 6 recomendaciones básicas que detonarían los cambios legales e institucionales que se requerirían. De esas, 3 cobran relevancia para efectos de la propuesta que sometemos a su consideración, a saber:1.- La toma de decisiones informada que permitieran a los Estados y a la población en general conocer el impacto ambiental de los productos que consume e incidir mediante su decisión informada en el mercado. 2.- La provisión de los medios legales necesarios que permitieran perfeccionar los modos de producción existentes y promovieran el surgimiento de otros con un reducido impacto en el ambiente, sin que ello obstaculizara el desarrollo y el bienestar. 3.- La inversión en el futuro, que no es otra cosa que destinar recursos económicos a la protección, conservación y uso adecuado de los recursos naturales, así como a la implementación de políticas de crecimiento económico y de desarrollo social ambientalmente amigables.En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en el año 1992, dos de los documentos adoptados por la comunidad internacional conocidos como la Declaración de Río y la Agenda 21 retomaron el espíritu de las recomendaciones antes descritas. El principio 8 de la Declaración de Río, vigente hasta nuestros días, estableció que “[p]ara alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar políticas demográficas apropiadas.” Por su parte, el Capítulo Cuarto de la Agenda 21 reafirmó que una de las principales causas del recurrente deterioro ambiental tenía su origen en las pautas de producción y consumo insustentables. En ese sentido recomendó “[p]romover modalidades de consumo y producción que reduzcan las tensiones a que se somete el medio ambiente y satisfagan las necesidades básicas de la humanidad”. Para ello sería necesario promover una producción eficiente así como cambios en las modalidades de consumo por parte de la sociedad con el fin de priorizar un uso óptimo de los recursos naturales y minimizar el desperdicio. Entre las acciones que México y otros Estados participantes se comprometieron a considerar en sus políticas nacionales se encontraban:
“a) El fomento de la difusión de las tecnologías ecológicamente racionales ya existentes. b) La promoción de la investigación y el desarrollo de tecnologías ecológicamente racionales. c) La asistencia a los países en desarrollo para que usen con eficacia esas tecnologías y desarrollen las tecnologías que mejor se adapten a sus circunstancias concretas. d) El fomento del uso ecológicamente racional de las fuentes de energía nuevas y renovables. e) El fomento del uso ecológicamente racional y sostenible de los recursos naturales renovables. f) La reducción al mínimo de la generación de desechos.”Veinte años después de la CNUMAD, la importancia de continuar la promoción de modalidades de producción y consumo sustentables mantiene su vigencia y así fue demostrado en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable (CNUDS), celebrada en junio de 2012 en Río de Janeiro, Brasil. En dicha reunión, la comunidad internacional reiteró que: “para lograr el desarrollo sostenible mundial es indispensable efectuar cambios fundamentales en la manera en que las sociedades consumen y producen.” Se propuso asimismo la incorporación de una herramienta novedosa que contribuirá a erradicar la pobreza y a propiciar el crecimiento económico sostenido, al tiempo que se mantiene el sano funcionamiento de los ecosistemas terrestres, nos referimos a la economía verde, cuyas políticas deben promover, entre otras cosas, modalidades de consumo y producción sustentables. En este punto, se considera necesario hacer un paréntesis para comentar que de acuerdo con la División para el Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas, la producción y el consumo sustentables implican “el uso de productos y servicios relacionados, que además de responder a las necesidades básicas de la población y proveerle una mejor calidad a lo largo de su ciclo de vida, minimizan el uso de recursos naturales y de materiales tóxicos; las emisiones de contaminantes y los residuos generados, con objeto de no poner en riesgo las necesidades de las futuras generaciones”. Con objeto de que los Estados miembros de las Naciones Unidas den celeridad al proceso de transición a prácticas de producción y consumo sustentable en la CNDUS también se estableció un marco de acción a diez años en el que además de los gobiernos se convoca a participar a las organizaciones internacionales, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil y a otros actores interesados en implementar dicho marco. Éste establece 5 programas en los que se puede participar, a saber: (1) información al consumidor; (2) estilos de vida y educación sustentables; (3) adquisiciones públicas sustentables; (4) edificios y construcciones sostenibles; (5) turismo sustentable incluido el ecoturismo. Al Marco Decenal se suma la experiencia obtenida a lo largo de 8 años de trabajo en la que se han implementado acciones que han detonado importantes avances en la materia. Al respecto, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) da cuenta de la exitosa implementación de más de 35 proyectos de producción y consumo sustentable en todo el mundo, tales como:
- El desarrollo del esquema de eco-etiquetado en productos agrícolas, pesqueros forestales y turísticos en África a través de la Agencia Africana de normalización.
- La implementación de la iniciativa para ahorro de agua potable en la industria refresquera, que cuenta con la participación de 18 industrias localizadas en Egipto, Etiopía, Kenia y Ruanda, Tanzania y Zimbawe.
- La implementación del Programa de Producción y Consumo Sustentable en El Cairo, Egipto, que ha dado como resultado la reducción de residuos y su mejor manejo, así como la mayor sensibilización de la comunidad para reducir los residuos que genera mediante un consumo informado.
- La conformación de la Asociación para la Educación y la Investigación sobre Modos de Vida Responsables (PERL, por sus siglas en Inglés) en la que participa nuestro país, agrupa a investigadores y profesores de instituciones académicas que llevan a cabo investigación sobre estilos de vida sustentables e imparten cursos sobre consumo sustentable, además de promover el intercambio de experiencias replicables.
Transitorios
Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Salón de sesiones del Senado de la República a los catorce días del mes de noviembre del año dos mil trece 2013.SENADORA NINFA SALINAS SADA
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