Muchas gracias, muy buen día señora presidenta.
Con su permiso señores integrantes de la Mesa Directiva.
Agradecer a la Unidad de Género de esta soberanía a que a través de una playera nos hagan la invitación para ponérnosla, para que se tatue, para que la traigamos siempre y la consideremos en todo momento para evitar y no permitir ni una vez más la violencia contra las mujeres y para ello quiero referirme y hacerles extensiva una experiencia que como senadora de la República he tenido el recorrer mi estado, el Estado de México.
Hablando de violencia sobre todo cuando hablamos en los auditorios en donde hay niños, niñas, hombres de todas las edades y también mujeres, nos damos cuenta y me dí cuenta de que mucho de lo que hablamos de la violencia poco se identifica, allá donde está la gente, allá donde están las comunidades, donde está la gente más pobre, la gente más vulnerable, e inclusive a veces bajaban el rostro, porque en la primera pregunta, cuando se dirigía y me dirigía a ellos, preguntándoles si identificaban algún acto de violencia en tu familia, la mayoría de las veces era un gran silencio y saben quién es el que hablaba, quiénes sí levantaban la mano, sí la identificaban, los niños.
La otra pregunta era en qué parte, en dónde ves la violencia y todos parecíamos y creíamos que iba a ser allá a fuera, allá afuera en la calle o bien en la televisión o los actos que se presentan todos los días y la sorpresa, de verdad a sí fue, es que de manera coincidente, esa la violencia que duele, la violencia que a todos nos espanta, nos asusta, sobre todo en un pequeñito, es la violencia que vive en su casa, la violencia ya sea hacia su mamá o bien hacia sus propios hermanos o hacia él mismo.
Hoy en este día el poder hablar y el poder referir a todas ellas, a todas la mujeres pero también a los hombres, a los hombres con quienes convivimos, con quienes tenemos una gran tarea por realizar, invitar a que así como es este día naranja, también tuviéramos un día de falda, un día en donde hubiera la posibilidad también de poder vivir el acoso, el maltrato, la mirada y todo lo que nosotros por costumbre o por la forma en que hemos sido educados, usamos de manera natural, esta participación que hoy hacemos las mujeres, tenemos que insistir cada vez más porque los hombres participen, y ahí es donde todas la esferas pero principalmente en los niños es donde creo que tenemos una tarea pendiente por realizar, los niños que lo sufren, los niños que lo viven, los niños que serán los hombres del mañana y las niñas que hoy también están ahí participando es donde podremos sembrar esta semilla.
México es un país de cerca de 57 millones de mujeres las cuales participan activamente en diversas actividades y contribuyen de manera predominante en la vida económica, en la vida política y social de nuestro país.
Hoy el género femenino está presente en materias que antes se consideraban inimaginables por estar dominadas por los hombres, tal es el caso de las mujeres de los sectores de la construcción, de los servicios financieros, en transporte, en comercio.
Por ello el Partido Verde está cierto que las mujeres son un eslabón trascendental y pilar de la familia, al igual que profesionista, cuyos talentos y facultades aportan de manera determinante en el desarrollo de nuestro país.
Pero también que hay un trabajo por realizar para eliminar la violencia hacia las mujeres, consolidar el enfoque de equidad y género, erradicar las diferencias de oportunidad entre sexos y vencer con éxito los retos con la sociedad mexicana.
Debemos enfrentar para avanzar el camino hacia donde la paridad entre hombres y mujeres tiene que existir, la invitación está abierta para que hagamos un frente común para aniquilar aquellas prácticas que lastiman la dignidad y la condición de mujer.
Impulsemos la equidad de género, la igualdad de trato y opciones para el desarrollo integral de las mujeres.
Muchísimas gracias a todos.