Con el permiso de la presidencia;
Muy bien compañeras y compañeros diputados, celebro que el día de hoy nos pongamos de acuerdo para aprobar este dictamen que, como me lo decía el antecesor, pues es para todas y para todos; qué bueno que la oposición esta vez vote a favor y sea congruente con lo que el pueblo de México nos ha pedido.
El derecho al bienestar no es solo una aspiración, sino un mandato inscrito en nuestra constitución y en un acuerdo social que nos une como nación.
El artículo 4o. de nuestra Carta Magna es claro, toda persona en México tiene derechos fundamentales como el acceso a la salud, una vivienda digna o un ambiente sano, por mencionar algunos.
El bienestar debe ser una realidad cotidiana para cada ciudadano, y es por ello que hoy nos encontramos aquí, para debatir un dictamen fundamental en la materia, una reforma que tiene el potencial de transformar la vida de millones de mexicanos.
El dictamen a abordar, habla de tres importantes ejes: El apoyo a personas con discapacidad permanente, el respaldo a campesinos y la reducción de la edad para acceder a una pensión no contributiva.
En el caso de los adultos mayores, se pretende reducir la edad de 68 a 65 años. Este ajuste puede parecer insignificante, pero en realidad es un cambio que responde a la necesidad de apoyar a un sector de la población que enfrenta múltiples gastos y desafíos.
El envejecimiento es un fenómeno mundial, y en México, el grupo de personas mayores de 65 años ha crecido rápidamente. Se proyecta que para el año 2025, la población de la tercera edad en nuestro país se duplicará, pasando de 5 millones en 2005 a casi 11 millones. Este crecimiento plantea un desafío significativo, ya que, para muchos, especialmente aquellos que no cuentan con ahorros ni acceso a la seguridad social, enfrentan dificultades económicas mucho antes de los 65 años.
Podríamos pensar que el apoyo de la familia es suficiente para asegurar el bienestar de este sector, pero lamentablemente no es así. En la actualidad, miles de personas de la tercera edad enfrentan abandono de sus seres queridos, muchos están relegados en los asilos, muchos sufren de explotación, aislamiento y violencia. En los casos más dolorosos, terminan en las calles, sin hogar, sin afecto y sin respeto que merecen. Esta situación no solo es injusta sino es profundamente inhumana.
El problema no distingue clases sociales, ocurre tanto en familias de clase media como en los sectores más vulnerables, es una realidad que debemos afrontar con seriedad en lugar de mirar hacia otro lado.
Para hacer frente a esta situación tan preocupante, nuestro gobierno ha puesto en marcha el programa "Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores", un esfuerzo que ha brindado alivio a millones de mexicanos. Recordemos en campaña, las personas nos agradecían por estos apoyos, las personas nos pedían que sigamos trabajando en favor de este sector tan vulnerable. Solo entre septiembre de 2023 y junio de 2024, más de 12 millones de personas de la tercera edad recibieron esta pensión.
Por ello, esta reforma es tan importante. Pensemos que lo que significaría la reducción de la edad mínima para acceder a este apoyo si con la continuidad de la edad de 68 años hemos podido beneficiar a más de doce millones de personas, ¿A cuántas más podremos ayudar si ampliamos la cobertura? Por eso, hoy tenemos la oportunidad de seguir cambiando el destino de nuestro país, de miles de millones de mexicanos que a diario enfrentan dificultades sin los recursos necesarios para sobrellevar su vejez con dignidad.
Por eso, el Grupo Parlamentario del Partido Verde, el bienestar de las personas es y seguirá siendo una prioridad, en especial de aquellos que por mucho tiempo han sido ignorados y olvidados. Por esta razón, compañeros, el presente dictamen, sólo el beneficio es para los adultos mayores, sino que también será para nuestros hermanos campesinos, las personas con discapacidad que se verán beneficiadas con su aprobación.
Estamos convencidos que los programas sociales, como las pensiones universales, han demostrado resultados significativos a una mejor calidad de vida de las y los mexicanos.
Con esta reforma, fortaleceremos el sistema de bienestar social de nuestro país, aseguraremos que ningún otro sector vuelva a ser olvidado. En este paso esencial para garantizar que el Estado cumpla con su deber de proteger a quienes más lo necesitan.
Es cuanto, señora presidenta.