Buenas tardes, compañeras y compañeros legisladores;
Con el permiso de la mesa;
Hoy, tenemos frente a nosotros una propuesta que busca dar respuesta a uno de los retos más urgentes de nuestra sociedad, la inclusión de los jóvenes en el ámbito laboral. Esta reforma al artículo 123 de la Constitución, que propone un apoyo económico mensual equivalente a un salario mínimo para los jóvenes entre 18 y 29 años que no estén empleados, ni cursando estudios formales, es un paso firme hacia el cumplimiento de nuestras responsabilidades como representantes del pueblo.
Vivimos en un momento clave donde la juventud mexicana se enfrenta a desafíos sin precedentes, la falta de oportunidades laborales combinadas con el abandono escolar, ha dejado una parte importante de nuestra población sin las herramientas necesarias para construir un futuro estable y un futuro productivo.
Esta reforma propone una respuesta contundente a esta problemática ofreciéndonos no solo un apoyo económico, sino también una oportunidad real de capacitación laboral, los jóvenes somos el presente y seremos el motor que impulsará el futuro de México, sin embargo, es fundamental recordar que no basta reconocer su importancia, debemos actuar para garantizar que tengan acceso a las herramientas que permitan desarrollarse plenamente.
Esta reforma refleja, el compromiso del Estado con la juventud brindándoles un apoyo que les permitirá capacitarse, adquirir nuevas habilidades y prepararse para un mercado laboral cada vez más competitivo. Este apoyo económico no debe de ser visto sólo como un recurso temporal, sino como una inversión, sí como una inversión en el futuro de quienes sí se les brinda la oportunidad transformarán la productividad, la innovación y la competitividad de nuestro país.
Al apoyar económicamente a los jóvenes mientras se capacitan, estamos atacando de raíz el círculo vicioso de la desocupación, jóvenes que no tienen empleo, ni formación suelen quedar atrapados en una situación de vulnerabilidad. Esta reforma les abre una puerta para salir de ese ciclo con herramientas que les permitirán ingresar de manera efectiva al mercado laboral.
Hay más de 24 millones de jóvenes en este rango de edad, según el lNEGI y cerca de 17 millones están catalogados por el CONEVAL en situación de pobreza, y al menos 5.2 millones de ellos se encuentran en la situación desfavorable de no tener acceso a la educación, ni a un trabajo. Por eso, es fundamental esta política pública que tiene el potencial de disminuir las desigualdades regionales ofreciéndole a los jóvenes de áreas rurales o marginadas las mismas oportunidades de capacitación, que aquellos que viven en áreas urbanas.
La clave, compañeras y compañeros, está en asegurar que el apoyo y las oportunidades lleguen a todos los rincones de nuestro país. Es importante resaltar que esta reforma no funcionará de manera aislada, requiere el compromiso del sector público y del sector privado, el cual se verá incentivado a participar de manera activa en la capacitación de estos jóvenes, las empresas, los talleres y los negocios, jugarán un rol fundamental en la formación de estas nuevas generaciones asegurando que los jóvenes no solo adquieran conocimientos, sino también experiencia práctica. Por otro lado, el Estado tiene la responsabilidad de garantizar que la capacitación sea de calidad a través de mecanismos de monitoreo y por supuesto de evaluación, debemos asegurarnos de que los jóvenes reciban las herramientas para su desarrollo profesional.
Compañeras y compañeros legisladores, esta reforma no solo es necesaria, sino urgente, estamos en un punto de inflexión en el que podemos marcar una diferencia significativa en la vida de millones de jóvenes que hoy se encuentran sin rumbo, con esta reforma les damos las posibilidades de adquirir las habilidades necesarias para ingresar a un mercado laboral cada vez más demandante y de contribuir al desarrollo económico de nuestro país.
No dejemos que estos jóvenes queden rezagados, hay que brindarle las oportunidades que merecen y asegurar que el futuro de México está en manos de una juventud capacitada, preparada, pero sobre todo con esperanza, votemos a favor de esta reforma, votemos por el futuro de nuestra juventud.
Muchísimas gracias por su atención, compañeras y compañeros.