Con la venia de la Presidencia

Las ciencias forenses se entienden como la aplicación de prácticas científicas dentro del proceso legal, para lo cual se requiere de la intervención de investigadores altamente especializados para localizar evidencias que sólo se convierten en prueba concluyente al ser sometidas a estudios de laboratorio.

Ejemplo de ello, es que hoy en día muchos países, se basan en la ciencia forense y usan de manera rutinaria, el análisis de ADN en la investigación de delitos complejos, lo cual ha permitido aportar soluciones para identificación de delincuentes y cadáveres a partir de éstos.

En el tema de seguridad pública, la ciencia forense es fundamental para que las autoridades puedan hacer una reconstrucción de hechos; en consecuencia, nos permiten contar con herramientas científicas para crear estrategias para resolver problemas como el aumento de la criminalidad, la inseguridad y la violencia.

En ese sentido, la formación de profesionales relacionados con la ciencia forense e investigación criminal permite a las sociedades contar con una herramienta confiable para la investigación y esclarecimiento de los delitos.

A nivel internacional son varios los ejemplos de creación de agencias o institutos de ciencias forenses. Como botón de muestra está la Academia Iberoamericana de Criminalística y Estudios Forenses, la cual está integrada por 27 instituciones de criminalística y ciencias forenses que representan a 18 países latinoamericanos, además de España y Portugal. Otros ejemplos de instituciones con el mismo fin son el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Colombia, dependiente de la Fiscalía General de la Nación, así como el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala, que es la institución encargada de brindar servicios de investigación científica forense al sistema de justicia.

En cuanto respecta a nuestro país, no se cuenta con un organismo de estas características que concentre a nivel nacional un banco de datos con la información y pruebas recabados en los servicios forenses, lo cual hace más compleja la administración de justicia. Lo anterior porque el proceso para la obtención de pruebas, su preservación y generación de escenarios sobre los hechos delictivos o de otras índoles dan a las ciencias forenses un papel protagónico y de coordinación del trabajo de manera transversal con las autoridades federales, estatales y municipales.

Sin duda alguna, contar con un Instituto Nacional de Ciencias Forenses en México de carácter multidisciplinario sería un gran avance, pues existen una gran variedad de campos de interés en relación con las ciencias forenses, desde la investigación en la práctica del cálculo de la antigüedad de cadáveres a través de insectos o ecosistemas acuáticos, hasta la valoración del daño corporal o la evaluación de la credibilidad de testimonios, entre otras cuestiones.

Por ello, a través de esta iniciativa de ley estamos proponiendo, que el Poder Judicial de la Federación, cuente con un Instituto Nacional de Criminalística y Ciencias Forenses órgano auxiliar de las instituciones de procuración y administración de justicia en el ámbito federal y local en materia de peritajes técnico-científicos para la investigación de delitos, el cual no actuará de oficio, sino a petición de los jueces y/o fiscales.

Para quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, es fundamental que nuestro país, cuente con un banco de datos único que sea alimentado por la información que entreguen las autoridades municipales y estatales, para que de esta manera las autoridades federales puedan contar con información real y precisa sobre los delitos cometidos contando con todos los métodos científicos al alcance de las autoridades para construir una seguridad pública que ayude a brindar protección legal a la sociedad.

Es cuanto, muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO