Los efectos del cambio climático los cuales son complejos y no lineales, ya están teniendo graves consecuencias para el bienestar humano, uno de estos efectos es el aumento en la frecuencia y gravedad de los fenómenos hidrometeorológicos, como los huracanes que azotan cada año nuestro territorio, dejando devastación y muerte a su paso.

En este sentido, además de la tendencia al aumento progresivo en la frecuencia de los fenómenos adversos, tenemos que agregar la degradación ambiental y transformación del territorio lo cual contribuye a desencadenar, exacerbar e intensificar las amenazas naturales, como los deslizamientos e inundaciones.

Debido a lo anterior, las autoridades deben hacer uso de todas las herramientas disponibles para reducir los riesgos de eventos relacionados con el clima, que serán exacerbados por el cambio climático. Esto incluye la evaluación de amenazas y riesgos, sistemas de alerta temprana, regulaciones para la planificación del uso del territorio y códigos de construcción, entre otros.

Priorizar sobre los temas anteriormente mencionados, ayudará a la reducción de pérdidas humanas y económicas en el corto plazo, y también a asegurar que los procesos de desarrollo generen bases más sostenibles para otros procesos de adaptación a largo plazo.

Con el tiempo, las sociedades avanzadas se dieron cuenta que había que transitar desde un enfoque orientado a disminuir las pérdidas humanas y materiales, mediante una adecuada respuesta a las emergencias, a otro orientado a enfrentar las causas de tales desastres, los riesgos.

Los riesgos constituyen la probabilidad de daños a causa de un desastre. Esta probabilidad depende de dos factores determinantes, las amenazas y la vulnerabilidad; sin embargo el aumento de los riesgos no tiene como causa principal el incremento de las amenazas, sino el incremento de las condiciones de vulnerabilidad.

Esta vulnerabilidad está directamente relacionada con el crecimiento demográfico de forma caótica y desordenada, las políticas públicas deficientes, la carencia de adecuados procesos de gestión ambiental, y en general la manera desigual e inequitativa de como funciona nuestra sociedad.

Por lo tanto, una de la soluciones para reducir la vulnerabilidad ante estos fenómenos naturales causados por el cambio climático, es un adecuado ordenamiento territorial, el cual se define como un proceso de organización armónica del espacio humano, en el que se consideran el aspecto legal, el bienestar de la población y el cuidado del medio ambiente.

Los recientes fenómenos hidrometeorológicos ocurridos en la última década nos dejan entrever la carencia de un ordenamiento territorial adecuado, lo cual ha derivado en grandes pérdidas económicas, materiales y humanas.

Con el presente proyecto de decreto que reforma y adiciona el artículo tercero y décimo tercero de la Ley General de Asentamiento Humanos, se pretende que los fenómenos hidrometeorológicos tengan un menor impacto en las ciudades  y asentamientos humanos.

Entre las medidas que se contemplan está la reubicación de asentamientos impactados por los efectos del cambio climático; la creación de reservas territoriales nacionales tomando en consideración tendencias y consecuencias de los desastres naturales que se prevean en el país; diseñar y aplicar el mapa de usos de suelo de sitios que se desalojen por parte de la población que pueda ser afectada por efectos del cambio climático y coordinar con las dependencias de los tres niveles de gobierno la realización de obras de infraestructura necesarias para mitigar los efectos desfavorables en asentamientos ya establecidos en zonas de alto riesgo.

Por lo anteriormente mencionado, el grupo parlamentario del Partido Verde, mi partido, apoya el presente proyecto de decreto, porque consideramos que un adecuado ordenamiento territorial protegerá el patrimonio de las generaciones presentes y futuras, además de crear una cultura de la prevención la cual  estamos seguros salvará miles de vidas.

Por su atención, muchas gracias.

 

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO