Con su venia, presidente:

Me presento hoy ante esta tribuna con la responsabilidad de someter a la consideración de esta soberanía una iniciativa de alta relevancia para México. Esta propuesta no solo aspira a fortalecer la protección de nuestro medio ambiente, sino que también reconoce el vínculo ineludible entre la naturaleza y el bienestar de nuestras comunidades. La iniciativa busca reformar diversas disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, a fin de garantizar la protección efectiva de los manglares, un ecosistema de incalculable valor para nuestro país.

México cuenta con una amplia red de manglares que incluye ecosistemas emblemáticos como los de la Bahía de La Paz, en Baja California Sur; la Laguna de Términos, en Campeche; y las Marismas Nacionales, en Nayarit.

Estos manglares no solo actúan como barreras naturales frente a fenómenos climáticos extremos, sino que también son sumideros de carbono altamente eficientes, con una capacidad de almacenamiento que supera las mil toneladas de carbono por hectárea.

Su destrucción, sin embargo, libera este carbono a la atmósfera, exacerbando los efectos del cambio climático. En un país que alberga el 5 por ciento de los manglares del mundo, su preservación no es una opción discrecional: es una obligación ética y moral.

Pese a ello, las cifras son alarmantes. Según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en las últimas décadas hemos perdido una parte significativa de estos ecosistemas debido al desarrollo urbano descontrolado, la expansión turística y los efectos del cambio climático.

Esta degradación no solo afecta la biodiversidad que los manglares albergan, sino también a miles de familias cuya subsistencia depende de la pesca.

Ejemplos de esta realidad son lugares como la Laguna de Cuyutlán, en Colima; y la Laguna Madre, en Tamaulipas, donde los manglares sostienen actividades económicas esenciales como la pesca y el ecoturismo.

Cabe destacar que una sola hectárea de manglar puede generar hasta 50 mil dólares anuales en productividad pesquera, un beneficio directo para las comunidades costeras.

Ante esta situación, la iniciativa que hoy presento propone incorporar la protección de los manglares como un eje prioritario en los planes de desarrollo urbano y los programas de ordenamiento ecológico.

Se plantea, que cualquier proyecto de desarrollo que impacte estas áreas sea sometido a evaluaciones de impacto ambiental. Asimismo, se propone la creación de zonas de amortiguamiento alrededor de los manglares para prevenir su degradación y la actualización del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, integrando las vulnerabilidades específicas de estos ecosistemas, los manglares.

Compañeras y compañeros legisladores;

Esta iniciativa no solo fortalece nuestra legislación ambiental, sino que también se alinea con los principios constitucionales que nos obligan a garantizar un medio ambiente sano y a promover la justicia ambiental para todos los mexicanos.

Hoy, más que nunca, tenemos la oportunidad de actuar con la visión que demanda el presente, y con la responsabilidad que el futuro exigirá de nosotros.

Les invito a respaldar esta propuesta con decisión y convicción por México y las próximas generaciones, un principio de equidad inter-generacional.

Los manglares son corazones de áreas de prosperidad y son un elemento más que importante para el pueblo de México. Por eso, a nombre del Partido Verde, propongo esta iniciativa hoy, esperando contar con el apoyo de todos ustedes. Es cuanto presidenta.