Compañeras y compañeros de este Constituyente.

En el año 2018 inició la transformación de la vida pública de México. Un anhelo mayoritario al unísono de este querido pueblo, manifestado de manera pacífica y abrumadora en las urnas del proceso electoral de aquel entonces 2018.

Fue un puerto de llegada, un anhelo de un pueblo cansado de que no se le escuchara, de que se le atropellara durante tanto largo tiempo.

Ese 2018 fue la cereza en el pastel de un largo camino, de una extenuante lucha por los derechos ciudadanos que hoy disfruta nuestro México. Derechos ciudadanos ya hoy sin simulación, derechos respetados y asentados en instrumentos democráticos que nos costaron sacrificio y sangre perfeccionar a lo largo de los años y hoy, en este pasado proceso electoral de 2024 el pueblo de México refrendó el proyecto de la Transformación en la estafeta de la doctora, Claudia Sheinbaum Pardo, primera Presidenta de México.

Y este refrendo se dio con el acompañamiento y la socialización de la reforma al Poder Judicial que, por cierto, fue muy bien recibida por un pueblo con deseos de justicia, 35 millones de votos, 35 millones de refrendo y de confianza para este modelo de nación.

Hoy, de la mano de la Cuarta Transformación, nuestro país tiene una democracia viva, ejemplar, producto de un pueblo sabio, que ha aprendido a decidir lo que es bueno para la patria. Hoy, es el pueblo mexicano el que mandata, el pueblo pone y el pueblo quita. Por ello es sabio celebrar la madurez de nuestro pueblo, nunca más subestimar al pueblo.

Nuestro pueblo de México hoy es soberanía y madurez, elige y mandata lo mejor para la Patria, y si en este contexto el pueblo ha decidido, en esta soberanía Constituyente la Transformación del Ejecutivo, la transformación del legislativo, es natural que hoy decida el Poder Judicial que merece, el Poder Judicial que merecen las futuras generaciones.

Como todos sabemos, las reformas constitucionales que plantean una transformación profunda, necesitan de la expedición de nuevas leyes o de la reformulación integral de las mismas y construir los medios para su aplicación con certeza operatividad, con disciplina y ordenamiento.

El Poder Judicial debe ser un ejemplo de imparcialidad y transparencia, lejos de cualquier influencia externa, solo de esa manera podrá recuperar la confianza pública de las y los ciudadanos, especialmente de aquellos que menos recursos tienen para acceder a la justicia y que han sido abandonados por ella. Porque, también hay que decirlo, nuestro sistema judicial, muchas veces castiga más a la pobreza que a la delincuencia.

Por ello el proceso de selección basado en la confianza pública, acompañado de mecanismos efectivos de control institucional aseguran su integridad, profesionalismo e idoneidad.

Compañeras y compañeros:

Hoy, México es un país soberano, un país justo, un pueblo de derechos que ha sabido defenderlos, derechos consagrados en la casa del pueblo, hoy este Constituyente, es nuestra casa compañeros, hay que honrarla y hay que estar a la altura del mandato del pueblo de México que decidió y ha decidido tener un nuevo Poder Judicial.

En el Partido Verde creemos y escuchamos al pueblo de México y en este sentido y en este razonamiento es que estamos a favor de esta reforma.

Muchas gracias presidenta.