El Diputado Federal Ricardo Astudillo Suárez, en el marco de la discusión del tercer dictamen de las leyes secundarias en materia energética en la Cámara de Diputados...

México D.F., a 30 de julio de 2014.

 

 

El Diputado Federal Ricardo Astudillo Suárez, en el marco de la discusión del tercer dictamen de las leyes secundarias en materia energética en la Cámara de Diputados, dijo que este dictamen es de suma importancia, ya que tiene como objetivo modernizar y fortalecer a PEMEX y CFE dotándolas de herramientas para que puedan ser empresas más eficientes y así puedan competir al mismo nivel que las grandes corporaciones energéticas internacionales; con los cual habrá mayor competitividad y menores costos.

Reconoció que con el nuevo modelo energético, PEMEX y CFE, enfrentarán nuevos retos, por eso mismo, con este paquete normativo las estamos adecuando para transformarlas en empresas más competitivas, pero sin que dejen de ser propiedad de todos los mexicanos y mexicanas.

Sostuvo que el corazón de la reforma a las respectivas leyes de PEMEX y CFE se encuentra el establecimiento de un modelo de gobierno corporativo moderno, esto quiere decir, un mecanismo de contrapesos y guía en la administración de una empresa para asegurar la eficiencia, transparencia y resultados por medio de los consejos de administración integrados por consejeros independientes y consejeros del gobierno, que cuidaran los intereses del Estado.

Asimismo, recalcó que la transparencia y rendición de cuentas va en serio, pues no habrá empresas más supervisadas, más vigiladas y más transparentes en todo México que PEMEX Y CFE, ya que estarán regidas por el derecho público y el privado. En este sentido, especificó, todas las contrataciones estarán sujetas a la Ley de Anticorrupción y se aplicará a cabalidad la Ley de Transparencia y de Acceso a la Información Pública Gubernamental.

Reiteró que queda claro que en este dictamen están plasmadas las inquietudes de la ciudadanía, que es el de establecer un marco normativo rígido que prevenga actos de corrupción en las dos empresas más importantes del Estado mexicano. Además de ponerlas a la altura de las mejores empresas del sector a nivel internacional para que rindan los mejores dividendos a sus auténticos dueños, es decir, a todos los mexicanos.