México, D. F., a 21 de febrero de 2013

Con su venia, señor presidente

Hoy, la economía a nivel internacional enfrenta un momento complicado que ha hecho entrar en recesión a algunas economías y ha llevado a otras a la quiebra, principalmente en el continente europeo. Esta difícil situación se ve reflejada en nuestro país, en escaso crecimiento económico y déficit en la generación de empleos, lo cual se suma a los alarmantes datos que se han registrado recientemente en cuanto al número de mexicanos que viven en situación de pobreza. La suma de estos factores conforma un cuadro que pinta un panorama bastante complejo.

En un contexto como el anterior, muchas grandes empresas en el país dependientes en extremo de los derroteros por los que transita la economía global, enfrentan serias dificultades para adaptarse a las circunstancias que impone la crisis económica internacional, y es común que estas se vean obligadas a hacer recortes de personal que lamentablemente dejan sin empleo a miles de trabajadores, o bien que cesen las contrataciones con lo cual se le cancela a muchas personas, en su gran mayoría jóvenes, el acceso al mercado laboral que eventualmente les permite satisfacer sus necesidades económicas.

Para contrarrestar los efectos de esta problemática, el impulso de la actividad empresarial en la modalidad de micro, pequeña y mediana empresa, representa una alternativa viable para recuperar los empleos que se pierden, y generar los que hacen falta, para alcanzar la cifra de 1 millón 200 mil nuevos puestos de trabajo que son los que el país demanda cada año.

Pero el fomento de la micro, pequeña y mediana empresa, no debe ser entendido sólo como un mecanismo para paliar los efectos de una crisis económica, porque si éste se lleva acabo con seriedad, y no como se hizo en sexenios anteriores cuyos intentos de “changarrización” resultaron fallidos, puede contribuir de manera verdaderamente importante al crecimiento económico y bienestar de un país al convertirse en uno de los motores que impulsan el desarrollo nacional.

De hecho, en México, según los datos que proyectan algunos expertos en materia económica, 8 de cada 10 empleos son generados por las empresas de las cuales el porcentaje más importante se ubica en el renglón de los micro, pequeños y medianos negocios, no obstante que son estas quienes más obstáculos tienen que sortear para acceder al financiamiento y capacitación que requieren para crecer y salir adelante.

En nuestro país, hay varios casos de éxito de emprendedores que empezaron con un negocio pequeño, en ocasiones en su propia casa, y que gracias a su esfuerzo, a su espíritu y su talento, lograron convertirlo en una empresa con bases sólidas que genera rendimientos atractivos, y que brinda trabajo a muchas personas y además muchas de ellas se han constituido como empresas socialmente responsables que tienen un compromiso con el desarrollo de su comunidad. Sin embargo, para que esas historias se multipliquen y sus beneficios se extiendan hacia un mayor número de mexicanos, es indispensable impulsar y apoyar a las pequeñas empresas, principalmente garantizándoles la posibilidad de contratar más créditos y que estos sean más accesibles.

Con el proyecto de reforma al artículo 12 de la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa (MiPyME), que pretende que se establezcan beneficios fiscales para las grandes empresas que apoyen a otras más pequeñas comprándoles sus productos y servicios, de modo tal que éstas últimas se conviertan en proveedores de las primeras, se pretende impulsar el desarrollo del país, y en el Grupo Parlamentario del Partido Verde, le daremos todo nuestro apoyo, porque consideramos que este tipo de propuestas contribuyen enormemente a la tan necesaria reactivación y dinamización de la economía mexicana.

Por otra parte, consideramos que la reforma al artículo 4° de la Ley en comento es también muy importante. Sobre todo porque de acuerdo a datos del INEGI, el 15% de los hogares mexicanos son encabezados y sostenidos por mujeres y si tomamos también en cuenta que, debido a la desigual estructura de oportunidades a la que hombres y mujeres tienen acceso en nuestro país, son estas últimas quienes más dificultades enfrentan para acceder a los programas de financiamiento y capacitación que otorga el gobierno y a los créditos que ofrece la banca, sin hacer mención que las percepciones económicas que las mujeres reciben por su trabajo son, en promedio, menores a las de los hombres.

El objetivo de la modificación al artículo 4° de la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa, es incrementar el financiamiento para las microempresas constituidas por mujeres, y por las razones aquí expuestas, nuestro Partido votara a favor de la misma porque creemos que debemos apoyar a la mujer, en aras de garantizarle igualdad de oportunidades a fin de que pueda alcanzar una vida digna y desarrollarse plenamente.

MUCHAS GRACIAS

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