Problemática
Los animales en los circos son presentados como divertidos y originales. Sin embargo, para ser exhibidos en este tipo de espectáculos son extraídos de su hábitat natural, obligados a vivir la mayor parte de sus vidas encadenados dentro de pequeñas jaulas donde a veces no pueden ni estirarse, allí defecan, duermen y comen. Además de que son entrenados con métodos que incluyen el castigo físico.
¿Qué cambió?
El Partido Verde impulsó modificaciones a la ley General de Vida Silvestre, y así prohibir el uso de cualquier tipo de animal, ya sea silvestre o doméstico, en espectáculos circenses.
El pasado 9 de diciembre el Senado de la República votó a favor de un circo sin animales en nuestro país y dos días después la Cámara de Diputados ratificó esta decisión de prohibir el uso de animales silvestres en los espectáculos circenses, con lo cual México ya cuenta con una ley en esta materia.
La ley aprobada por el Congreso estipula que los circos presentarán a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales una base de datos que incluya el número y características de los ejemplares de vida silvestre que posean. Estas bases de datos se pondrán a disposición de los Zoológicos del país para que éstos estén en posibilidades de seleccionar a los ejemplares que sean susceptibles de ser integrados a sus colecciones. Aquellos que no sean seleccionados por Zoológicos, podrán ser entregados a Centros de Conservación e Investigación de la Vida Silvestre.
Cabe destacar que la aprobación del congreso mexicano de la Ley de Circos sin Animales, se unió a la voz de Colima, Guerrero, Morelos, Querétaro, Chihuahua, Chiapas, Puebla, Zacatecas, Coahuila, Veracruz, Sonora, San Luis Potosí, Quintana Roo y el Distrito Federal. Además del municipio de León en Guanajuato y Naucalpan de Juárez en el Estado de México que ya habían aprobado en sus legislaciones la prohibición de utilizar animales en espectáculos circenses.
Hoy México se pone a la vanguardia en el bienestar y trato digno animal.¿Para qué sirve?
Con estas modificaciones no se pretende que el circo desaparezca, si no por el contrario, se busca que este tipo de espectáculos evolucionen, utilizando el talento humano: payasos, trapecistas, contorsionistas, malabaristas, entre otros, para el entretenimiento familiar, sin la necesidad de poner en riesgo el bienestar de los animales. Esta ley es favorable no sólo en materia de protección animal, ya que también brinda oportunidades de abrir fuentes de empleo en las compañías circenses, dando espacio a payasos, trapecistas, acróbatas, magos y más.