México, D. F., a 11 de febrero  de 2014

 

POSICIONAMIENTO DEL PARTIDO VERDE, EN VOZ DEL DIPUTADO ANTONIO CUÉLLAR STEFFAN, RESPECTO AL DICTAMEN QUE REFORMA EL ESTATUTO DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL

 

Con su venia diputado presidente,

Quiero empezar por expresar el reconocimiento de mi Grupo Parlamentario y el mío, en lo personal, al diputado Jorge Soto Mayor, con motivo de esta iniciativa para modificar el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, como también nuestro respeto y reconocimiento a la diputada Laura Barrera, presidenta de la Comisión del Distrito Federal, por la conducción de la comisión en muchos aspectos, en muchos temas que hemos tenido ahí y que nos han llevado desde luego a una discusión parlamentaria plena como es la que se pretende.

El diputado Soto Mayor ha propuesto esta modificación al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal y yo quiero empezar, por señalar que es un gran tino el hecho de que esto se incorpore al Estatuto de Gobierno, ¿por qué?, escuchamos muy a menudo un especia de reclamo en el sentido de que el Distrito Federal, la capital del país, no tiene su propia Constitución y, efectivamente, no tenemos una Constitución.

Es la capital de la república, es el asiento de los poderes federales y, por consiguiente, no podemos ostentarnos como un estado más; sin embargo sí tenemos un Estatuto de Gobierno, en el que ya no se recogen los mismos derechos que contempla la Constitución, derechos humanos y derechos fundamentales, y garantías porque son ya prerrogativas del ciudadano contenidas en la Constitución y que se aplican en todo el territorio nacional, pero sí contiene el Estatuto de Gobierno, una seria de distribución de facultades y principios generales de los que depende de la gobernabilidad y la sustentabilidad del Distrito Federal.

Curiosamente, a pesar de que nosotros hemos venido impulsando reformas muy importantes que concretan una corriente protectora del ciudadano, mediante el impulso de un nuevo Estado y de un nuevo nivel, que se debe conceder a los derechos humanos concebidos en los convenios internacionales.

No hemos puesto atención especial en la importancia que reviste reconocer dentro del Distrito Federal, y como parte de las condiciones naturales de una ciudad tan compleja y con tantos habitantes, la incorporación real de políticas y lineamientos administrativos, que permitan la erradicación de la discriminación y de la desigualdad.

Desde luego, que todos hemos padecido y nos hemos quejado por el grave sentimiento de frustración, que arroja estar detenidos en el tráfico en la ciudad de México. Pocos, sin embargo, realmente podemos expresar lo que se siente, el sentimiento de vergüenza. El sentimiento de enojo por recibir una mirada compasiva, al vernos nosotros en la necesidad de empujar una silla de ruedas o de tener que utilizarla para beneficio propio.

Pocos podemos decir, el grave dolor que se siente el no ver una respuesta también solidaria de la ciudadanía, con respecto a una necesidad cuando uno se tiene que mover, cuando se tiene que desplazar en silla de ruedas.

Esta inclusión dentro del estatuto de gobierno se pude ver desde dos perspectivas, desde la perspectiva meramente mecánica, la posibilidad técnica de construir rampas, de que los autos desciendan y puedan ser útiles para que un ciudadano, una persona, una mujer, un niño ascienda al transporte público.

Puede verse como una directriz y un lineamento para que se adopten mejores políticas de transito y por consiguiente la secretaría de tránsito y vialidad tome cartas en el asunto para que haya más fluidez, pero yo preferiría verlo, porque además así lo hemos venido haciendo, como un nuevo principio, un nuevo derecho, una nueva prerrogativa que encuentra a través de esta modificación un camino para el respeto a los derechos humanos para las personas con una discapacidad.

Lo analizamos la semana pasada, esto viene oportunamente a colación y los invito a que votemos a favor; pero ante todo con ese sentimiento, ese sentimiento de solidaridad a favor de las personas con discapacidad y ese sentimiento de convencimiento de que no podemos vivir en una ciudad tan compleja como esta sí las autoridades correspondientes, las autoridades administrativas no fijen como uno de sus principales propósitos darle bienestar a la ciudadanía mejorando el transporte y la comunicación de un lugar a otro.

Por su atención, muchas gracias.