Señor Presidente,

Compañeras senadoras, compañeros senadores. Me congratulo por la aprobación de este punto de acuerdo, pues es un mensaje del Senado de la República a favor de la salud de los mexicanos y sobre todo del equilibrio ecológico de las playas de nuestro país.

El problema de tabaquismo no es menor, pues se trata de un hábito que incide en la salud de las personas más vulnerables. Me refiero a las mujeres embarazadas y a los menores de edad. Como mi compañera que me presidió, que se convierten en fumadores pasivos por el humo del cigarro que reciben de manera indirecta.

Se estima que los costos directos en el sistema de salud superan los 60 mil millones de pesos cada año, por la atención de padecimientos asociados al tabaco. Esto es aún más preocupante en el caso de las playas, pues se trata de lugares públicos para el esparcimiento de millones de familias que buscan escapar del caos de las zonas urbanas.

Pero además a los fumadores se les hace fácil disponer de las colillas de sus cigarros de manera inadecuada contaminado las calles y en caso del dictamen que nos ocupa el día de hoy, las playas y los mares de nuestro país. Como le digo a varios de mis amigos, les enseñaron a fumar, pero no les enseñaron a tirar sus colillas en el basurero.

Se estima que, de los seis trillones de cigarros vendidos anualmente, 4.5 trillones de las colillas terminan tiradas en la calle y en las playas, contaminando nuestros océanos y el agua que tanto necesitamos. Es una paradoja que quienes deciden fumar, tiene edad legal para hacerlo, pero no la madurez de depositar sus colillas en la basura.

La colilla es el componente principal de la basura que se encuentra en las playas, entre un 19 y 38 por ciento por encima de las botellas de plástico. Diversos estudios internacionales, han determinado que los productos químicos de los cigarrillos pueden ser extremadamente tóxicos para los organismos que se encuentran en los océanos.

Asimismo, no se debe perder de vista que la mayoría de los cigarrillos que se producen en el mundo contiene un filtro plástico con los efectos negativos sobre el ambiente y la vida marina que ellos supone.

Esto cobra especial relevancia, pues los seres humanos consumimos pescados y mariscos que a su vez contienen los plásticos que son desechados en el mar. Es verdaderamente alarmante, una colilla de cigarro contamina entre 20 y 50 litros de agua, literalmente la mayoría de la gente nos estamos comiendo el plástico que irresponsablemente generan unas cuantas personas.

Por ello, la aprobación de este punto de acuerdo es un primer paso para transitar hacia la erradicación de las prácticas que contaminan nuestras playas mexicanas. Y no nos vamos a detener se dio la batalla en los noventa en contra de las cigarreras y ahora vamos a continuar hasta que esto se convierta en una Ley. No vamos a parar.

Al liberar nuestras playas del tabaco protegeremos los derechos humanos a la vida, la salud y a un medio ambiente sano. Reiteramos nuestro compromiso por lograr una alternativa legislativa que establezca reglas eficaces para la protección de las playas, ante conductas dañinas. Los problemas más graves que enfrenta nuestro país requieren acciones contundentes por lo cual exhorto a votar a favor del presente dictamen.

Gracias compañeros y compañeras por escucharme.