- Es indispensable reconocer que las carreteras fragmentan el medio ambiente natural, impidiendo que muchas especies animales dispongan de áreas que necesitan para sobrevivir, destacó.
Con el objetivo de proteger la biodiversidad que habita en las zonas donde se construyan carreteras, autopistas, puentes o túneles federales vehiculares o ferroviarios, la senadora Jasmine María Bugarín presentó una iniciativa con la que propone reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, en materia de pasos de fauna.
La senadora destacó que es indispensable reconocer que las carreteras fragmentan el medio ambiente natural, impidiendo que muchas especies animales dispongan de áreas que necesitan para sobrevivir, por lo que su iniciativa propone diversas acciones para proteger a las especies que habitan estas áreas.
Entre ellas, se encuentra definir en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y en la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal el término "Paso de Fauna"; establecer como criterio obligado el establecimiento de pasos de fauna en la construcción de carreteras, autopistas, puentes o túneles federales vehiculares o ferroviarios; señalar la obligación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de emitir Normas Oficiales Mexicanas para establecer los elementos indispensables a considerar para la construcción y establecimiento de pasos de fauna, entre otras.
Explicó que de acuerdo con el Observatorio de Movilidad y Mortalidad de Fauna en carreteras de México, algunos de los principales impactos ambientales que genera la construcción de caminos, son: Reducción de la biodiversidad debido a la fragmentación de los hábitats; reducción de las zonas forestales por la construcción de carreteras y su impacto significativo por el alto valor que tienen los árboles para absorber gases de efecto invernadero (GEI); su incidencia como vector para facilitar la dispersión de especies no autóctonas e invasoras; su impacto en la mortalidad de especies por el atropellamiento; entre otros impactos al suelo y al agua.
Agregó que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 1997 al 2014, hubo 7 millones 003 mil 762 accidentes automovilísticos, de los cuales 29 mil 289 fueron colisiones con animales.
Ante este panorama, destacó que, según el observatorio, las consecuencias directas de estos accidentes incluyen costos ambientales por la pérdida de especies de fauna, pérdidas y lesiones humanas y daños materiales, con los consecuentes impactos en la economía del país y su sociedad.
Explicó que la construcción de infraestructura como ferrocarriles y carreteras, dividen el territorio fragmentando los hábitats naturales y creando barreras que impiden el desplazamiento de la fauna, además de que muchas especies de insectos, mamíferos y aves no cruzan estas barreras, por lo que las plantas que tienen frutos carnosos o semillas que son dispersados por animales son también afectadas.
En este sentido, recordó que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) dice que las carreteras crean una barrera para los movimientos de la vida silvestre y como consecuencia, importantes efectos sobre la demografía de comunidades animales, la reducción de la biodiversidad y el incremento de la tasa de extinción.
Por ello, insistió en la importancia de proteger la fauna y evitar la fragmentación de los ecosistemas, por lo que es indispensable la creación de los denominados pasos de fauna, los cuales permiten a los animales cruzar las barreras impuestas por el ser humano, favoreciendo la conectividad ecológica.