Con el permiso de la presidencia;

Buenas tardes, compañeras y compañeros diputados;

El día de hoy nos ocupa un tema de gran relevancia a nivel nacional que impacta directamente la seguridad de nuestro país, la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.

En un contexto en donde la violencia y la inseguridad han golpeado y mermado la estabilidad de muchas comunidades, resulta imperativo entender la relevancia de esta reforma.

Es fundamental entender que la creación de la Guardia Nacional no fue una decisión arbitraria o sin fundamento, sino una respuesta contundente a una problemática compleja en materia de seguridad, la cual demanda de estrategias integrales, serias y responsables para atenderla.

La inseguridad que hoy en día enfrentan diversas regiones del territorio nacional ha impactado de manera negativa el tejido social, la economía, la estabilidad, pero sobre todo la confianza de los ciudadanos hacia las instituciones encargadas de brindar seguridad a la población.

En este contexto, la Guardia Nacional se presenta como una opción efectiva para enfrentar los desafíos que amenazan el orden y la paz pública, vale la pena destacar que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública, elaborada por el INEGI, esta institución goza de un alto nivel de aprobación entre la ciudadanía, superada únicamente por la Marina y el Ejército.

El día de hoy se han escuchado diversas voces en contra del presente Dictamen, sin embargo, quienes se oponen a que la Guardia Nacional, con el esquema de organización que se propone, se encargue de las labores de seguridad pública parecen haber pasado por alto el hecho fundamental de que un número significativo de entidades federativas ya se beneficia del apoyo de la Guardia Nacional para llevar a cabo estas tareas, tal es el caso de estados como Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Coahuila, Aguascalientes y Querétaro, donde la presencia de estos elementos ha sido clave para fortalecer la seguridad y proteger a sus habitantes.

Sin duda alguna, el origen castrense y la disciplina de los elementos de la Guardia Nacional destacados en el territorio nacional han sido fundamentales para combatir con eficiencia el delito y la violencia.

Compañeras y compañeros legisladores, es fundamental recordar que la creación y cambio de adscripción de este cuerpo policial responde a la necesidad indiscutible de atender los problemas de inseguridad, razón por la que se ha convertido en un proyecto prioritario del gobierno federal en miras de fortalecer una institución que atienda una de las demandas más sentidas y urgentes de la población mexicana.

Hoy, la ciudadanía demanda de nosotros una respuesta firme y acciones efectivas que mejoren las condiciones de seguridad en nuestro territorio, no podemos ignorar la realidad que enfrentamos, el crimen organizado ha causado múltiples afectaciones a todo el país.

En la actualidad los grupos delictivos han diversificado sus operaciones, ya no solo se limitan a la producción, trasiego y comercialización de drogas, sino que también tienen una activa participación en la trata de personas, el reclutamiento forzado y la explotación de menores de edad. Frente a tal escenario resulta imperante que actuemos con determinación para hacer frente a estas amenazas.

La reforma propuesta por el Presidente López Obrador surge como una respuesta a las legítimas demandas de la ciudadanía, su objetivo principal es evitar que la corrupción llegue a la Guardia Nacional, una situación que lamentablemente se observó en la extinta Policía Federal, donde la falta de doctrina, profesionalismo y lealtad al pueblo de México afectó su desempeño.

Por esta razón, se propone que esta institución, diseñada para llevar a cabo labores de seguridad pública, se integre a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo cual no significa que sea militarizada, pues su doctrina y marco de actuación es el de una institución policial que en sus postulados está obligada a usar racionalmente la fuerza y respetar los derechos humanos.

Desde esta tribuna, las y los legisladores del Partido Verde manifestamos nuestro respaldo a la presente reforma y rechazamos de manera categórica las afirmaciones que se han repetido en múltiples ocasiones el día de hoy: la Guardia Nacional no implica una militarización del país, sus elementos no actuarán en contra de la ciudadanía, ni vulnerarán sus derechos humanos. Por el contrario, estas modificaciones garantizan que se actuará con estricto apego a la ley. La intervención de la Guardia Nacional como entidad responsable de la seguridad pública en el ámbito federal es fundamental para restaurar la paz que nuestro pueblo tanto anhela.

Es cuanto, muchas gracias.