Con el permiso de la presidencia,

El día de hoy discutimos una reforma profunda a nuestro sistema judicial con el fin de transformar la justicia en nuestro país y acercarla más al pueblo.

La elección mediante voto directo de los integrantes del Poder Judicial representa un paso significativo hacia la democratización de esta institución que durante mucho tiempo han sido percibida como opaca y lejana a la ciudadanía.

Desde 1995, jueces y magistrados han sido designados mediante concurso cerrado en el que solo pueden participar personas que laboran en el Poder Judicial. Estos concursos, más que un mecanismo de selección de los mejores profesionales del derecho, ha promovido la corrupción y el nepotismo dentro de la institución pues, de acuerdo con datos del Consejo de la Judicatura Federal, en 2022 en el 67% de los juzgados y tribunales había personas servidoras públicas con alguna relación familiar en el Poder Judicial y el 23.8% del personal tenía más de cuatro familiares trabajando en la misma institución, esta es una situación que no puede seguir tolerándose.

Es innegable que la corrupción y la impunidad son problemas persistentes en nuestro sistema judicial, por lo cual, al someter a jueces y magistrados al escrutinio del voto popular, existirá un mayor nivel de transparencia y rendición de cuentas de esta institución.

Al establecer que el pueblo participe directamente en la elección de sus jueces y magistrados promoveremos un sistema más democrático, inclusivo y participativo que no solo fortalezca la legitimidad del Poder Judicial, sino que también refuerce la confianza de las y los mexicanos en este órgano del Estado.

Los jueces elegidos por el pueblo tendrán un mandato claro de actuar con integridad e imparcialidad y, además, este mecanismo permitirá una revisión continua del desempeño de los jueces, dándole vida al texto constitucional que determina que el poder reside soberanamente en el pueblo.

Con el fin de fomentar una cultura de participación cívica activa, donde los ciudadanos estén más informados respecto al funcionamiento de su sistema judicial es el objetivo de esta iniciativa.

En el mismo sentido, elegir a los jueces a través del voto popular permitirá que el Poder Judicial sea más cercano a la realidad de los ciudadanos, los jueces, conscientes de que su permanencia en el cargo depende de la aprobación de las y los ciudadanos, estarán más atentos a sus necesidades y preocupaciones, garantizando que la justicia no sea solo una idea abstracta, sino una realidad tangible para las personas, especialmente para aquellas que han sido históricamente marginadas o desatendidas por este poder.

En conclusión, la reforma para la elección popular de los integrantes del Poder Judicial no es una simple propuesta de cambio ni mucho menos una venganza como la han llamado quienes se oponen a ella, sino una oportunidad para fortalecer nuestra democracia, mejorar la impartición de justicia y garantizar que las y los mexicanos sean realmente atendidos. Es hora de que pongamos el poder en manos de aquellos a quienes el Poder Judicial debe servir: el pueblo.

La cercanía del Poder Judicial con el pueblo pretende que los ciudadanos conozcan a los jueces y que estos, a su vez, conozcan las realidades diarias que las y los mexicanos enfrentan día con día, de modo tal que se genere una experiencia más empática y comprensiva donde la justicia no sea vista como una idea abstracta y distante, sino como un recurso accesible y humano.

En términos prácticos, la cercanía del Poder Judicial también se traduce en la accesibilidad de los servicios legales, por lo cual es nuestro deber asegurar que los ciudadanos tengan acceso a asesoramiento y representación legal sin importar su situación económica.

En conclusión, un poder judicial cercano a la gente no es un ideal utópico, sino una necesidad imperiosa para una sociedad que aspira a ser justa y equitativa. Por ello, debemos seguir trabajando para sacar adelante esta reforma y lograr que las y los ciudadanos sientan que la justicia está verdaderamente al alcance de sus manos y que se pone de su lado.

Por todo lo anterior, votaremos a favor del presente dictamen.

Es cuanto, gracias.