Con el permiso de la Presidencia;

Compañeras y compañeros legisladores, para lograr materializar la Constitución de 1917 en nuestro país, se libraron diversas batallas de enorme trascendencia que poco a poco fueron definiendo el rumbo que tomaría la Revolución.

El movimiento revolucionario que se desarrolló en México, de 1910 a 1917, se realizó en primera instancia con el propósito de poner fin a la dictadura de Porfirio Díaz y garantizar la celebración de elecciones libres y democráticas.

Más adelante, se incorporaron a la Revolución mexicana, objetivos tales como establecer por primera vez en nuestro país, un sólido entramado de derechos sociales y de derechos relativos a la propiedad de la tierra, reivindicaciones provenientes de los diversos sectores sociales que dieron vida al movimiento y que fueron claves para derrotar a los contrarrevolucionarios.

Uno de esos sucesos decisivos para el triunfo de la Revolución Mexicana fue la Batalla de Torreón, motivo de la presente efeméride, la cual tuvo lugar durante los meses de marzo y abril de 1914 entre el Ejército Federal y la División del Norte del Ejército Constitucionalista, levantado en armas contra el gobierno del usurpador Victoriano Huerta.

La batalla de Torreón que enfrentó a la División del Norte, al mando del General Francisco Villa, contra la División del Nazas del Ejército Federal, encabezado por el General José Refugio Velasco, permitió al Ejército Constitucionalista continuar su avance hacia el sur del país, tomar la plaza de Zacatecas y posteriormente avanzar hacia Aguascalientes, con el fin de llegar a la Ciudad de México.

El 3 de abril de 1914, después de más de diez días de combate, las tropas comandadas por el general Villa, tomaron finalmente el control de Torreón, procediendo a nombrar autoridades civiles y militares, de acuerdo con las órdenes giradas por Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista, para luego partir rumbo al sur del país a continuar con el avance del contingente revolucionario.

La Batalla de Torreón o la Batalla de la Laguna, para ser más precisos, pues los combates también tuvieron lugar en Lerdo y Gómez Palacio, fue una de las batallas más cruentas de la Revolución mexicana, así como una de las más importantes.

La victoria en esta batalla fue posible gracias a la valentía, el arrojo, la inteligencia y la extraordinaria disciplina de las tropas de la División del Norte, comandadas por Francisco Villa, y a la cual se habían incorporado militares de la talla del general Felipe Ángeles, Tomás Urbina y Maclovio Herrera.

La Batalla de Torreón no debe ser olvidada jamás, por eso hoy rendimos homenaje a quienes tomaron parte en ella y más tarde hicieron posible el triunfo del movimiento revolucionario, el cual tuvo como resultado la construcción de un régimen basado en los principios de democracia, legalidad y justicia social en nuestro país.

Es cuanto, muchas gracias.