Con el permiso de la presidencia;

Compañeras y compañeros Legisladores;

En 1910 comenzó la Revolución Mexicana cuando se convocó a una rebelión contra el dictador Porfirio Díaz, quien fue finalmente derrocado en mayo de 1911. Ese año, Francisco I. Madero, quien a través del Plan de San Luis inició el movimiento revolucionario, firmó con Porfirio Díaz, el Tratado de Ciudad Juárez, que llevó a Madero a reemplazar al dictador como presidente.

A pesar del derrocamiento de Díaz, los conflictos continuaban, Emiliano Zapata y Pascual Orozco, empezaron a desconfiar de Madero y para 1912 iniciaron una revuelta contra éste.

Por su parte, Victoriano Huerta, en conjunto con otros militares afectos al antiguo régimen tramó un plan para usurpar la presidencia, haciéndose del poder tras ordenar, mediante una traición, el asesinato del presidente Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. Ante tal acto de bajeza, el Gobernador del Estado de Coahuila, Don Venustiano Carranza se lanzó a la lucha armada.

Estos sucesos trajeron consigo que el 26 de marzo de 1913, Carranza proclamara el Plan de Guadalupe, que constaba de siete breves artículos; entre los principales se desconocía al gobierno del usurpador Huerta, al poder legislativo, al judicial y también a los gobiernos de los estados que reconocieran a Huerta, así mismo le daba nombre a su fuerza armada denominándola, Ejército Constitucionalista, del que Carranza fue el primer jefe.

Este documento era sencillo, pero representaba una gran lucha, pues fue la base para la creación del actual Ejército Mexicano y simboliza también la defensa de las instituciones legalmente constituidas.

El plan, buscaba una transformación, ya que resumía el propósito firme de la voluntad del pueblo mexicano de no consentir más faltas constitucionales que enturbian el destino de la Nación, desconocía al gobierno emanado de la traición y del crimen, convocando a que las elecciones fueran hechas por el pueblo y que a su vez el poder se le entregará a la persona elegida por la voluntad popular.

Carranza quería una revolución encaminada al triunfo total, y lo consiguió, desarrollando sus propósitos de justicia social que eran los mismos que clamaba el pueblo mexicano y que lograron alcanzarse con valentía, intrepidez e inteligencia. 

El Plan de Guadalupe, le dio un segundo aire a la Revolución Mexicana y propuso establecer un nuevo orden en el Estado Mexicano que incluyera nuevas instituciones, un pacto social que culminó con la proclamación de la ley fundamental que hasta hoy nos rige.

El 26 de marzo es recordado por la determinación de patriotas que siguiendo sus anhelos de justicia y libertad signaron un pacto para luchar en favor de la legalidad.

Es cuanto, muchas gracias.