Con su venia señor presidente;
Los efectos devastadores de los sismos de septiembre pasado nos ponen como país ante una circunstancia política-social de enorme complejidad. El número de pérdidas humanas por ambos fenómenos casi llegaron a medio millar.
Hoy estados como Chiapas, Oaxaca e incluso zonas de la Ciudad de México siguen viviendo una situación desesperada... se respira aun la tragedia.
En esos días la solidaridad afloró ante la tragedia, vimos muestras de amor y de inmensa generosidad de parte de la sociedad. Las cadenas humanas dieron fe de la unión de los mexicanos, unidos somos mas fuertes, los puños levantados en el aire nos dieron esperanza, en resumen, México saco su mejor cara ante el desafío. Incluso vimos destellos de lo eficaz que puede ser la colaboración entre autoridades y ciudadanos cuando trabajan en sintonía.
Pero también hay que reconocerlo... por otro lado vino un recrudecimiento del enojo de gran parte de la sociedad con distintas autoridades y particularmente con los gastos de los partidos políticos.
Las expresiones ciudadanas de enojo derivaron en la exigencia de que el financiamiento público que se otorga a los partidos políticos y a las campañas electorales se reduzca, o bien, se elimine.
En este contexto, y conscientes de lo que costará la reconstrucción, consideramos pertinente que los legisladores hagamos un esfuerzo. Busquemos alternativas para re-orientar mas recursos a la reconstrucción y de paso recuperemos la confianza de la ciudadanía.
No escuchar el reclamo ciudadano, prestar oídos sordos a la exigencia de disminuir gastos excesivos electorales, es mantenernos ajenos a la voluntad popular.
En esta lógica, Una buena alternativa es modificar la duración de las campañas electorales ... que sean más cortas. Con campañas más cortas no sólo ahorramos dinero, también evitamos saturar a los ciudadanos, que en este momento, lo que menos quieren es ser bombardeados con spots políticos que les aseguro no elevan el nivel del debate y más bien cansan.
No omito decir que estamos conscientes de lo estipulado por el 105 constitucional que consagra el principio de certeza, y que a la letra dice.
Ø "Las leyes electorales deberán promulgarse y publicarse por lo menos 90 días antes de que inicie el proceso electoral en que vayan a aplicarse, y durante el mismo no podrá haber modificaciones legales fundamentales"
Pero también somos conscientes de que las Leyes se crean y se modifican por virtud de la voluntad del pueblo y de acuerdo a los retos que plantea la realidad social, la cual hoy nos exige realizar transformaciones para atender de manera oportuna la emergencia que estamos enfrentando.
Además, quiero recordarles que existe un antecedente jurídico en la materia. En 1994 se realizaron reformas de carácter electoral una ves que ya había arrancado el proceso. En ese momento los procesaron porque Mexico vivía condiciones políticas extraordinarias, se había alzado el EZLN, el asesinato de un candidato presidencial conmocionó al País y hubo una fuerte presión de los propios partidos políticos para cambiar las reglas del juego electoral que ya había comenzado.
Hoy Mexico vive una situación igualmente extraordinaria. Según cifras oficiales el total de habitantes afectados, en diferentes grados, por los desastres naturales ronda los 12 millones, estan afectados400 municipios, 12 entidades federativas. Se estima que costará cerca de 48 mil millones de pesos la reconstrucción.
¡No ha habido en la historia reciente situación más extraordinaria que esta compañeros!
Es por eso que, proponemos se exhorte a las juntas de coordinación política de ambas cámaras a impulsar un acuerdo en el que participen los partidos políticos nacionales, que permita realizar modificaciones a la legislación electoral federal con la finalidad de reducir los tiempos de las campañas para el presente proceso electoral, quedando en 30 días para los candidatos a Diputados federales, 60 días para los candidatos a Senadores y manteniendo los 90 días para los candidatos a la Presidencia de la República.
Señores coordinadores de los partidos, del PAN, del PRD
Es un exhorto a que pasemos de las palabras a los hechos.
Votar en contra hoy es simplemente mezquindad, solo estamos pidiendo buscar un acuerdo político en este momento, no modificar la ley aún. Abramos la puerta al debate, México lo merece y requiere.
Votar a favor reflejaría gran sensibilidad y voluntad política para escuchar a la ciudadanía. La misma que nos dio el voto de confianza para representarlos y a quien nos debemos.
Por su atención, muchas gracias.