Con su venia Presidente,
A nombre de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México, me presento ante esta Soberanía para referirme al Informe que el Poder Ejecutivo ha presentado como parte de la ejecución de las políticas públicas del año 2013 y, en especial, lo que respecta a la Política Interior.
En primer lugar, compañeras y compañeros, tenemos que dar la razón a aquellos que critican el formato de rendición de cuentas que utilizamos para el análisis del Informe del Poder Ejecutivo.
Pero también, no olvidemos que este formato cambió por las actitudes de intolerancia de algunos actores que no ven al Congreso de la Unión como el lugar de los debates y acuerdos por excelencia sino como el espacio de resonancia para sus mezquinas descalificaciones y cotidianas ofensas hacia quienes creemos en la representación popular como la expresión de las distintas voluntades de los ciudadanos que conforman nuestra hermosa nación.
Por supuesto que me sumo a la propuesta de cambiar el formato, y que venga el Presidente de la República y también cada uno de los secretarios; pero conmino a esta Soberanía a que cuando eso suceda, estén presentes en la Plenaria y participen ante esta Tribuna, como ayer algunos no lo hicieron.
Dicho lo anterior, quiero expresarme respecto al informe que el ciudadano secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, envió a esta Cámara de Diputados, que por cierto, compañeras y compañeros, sí trae indicadores para calificar el avance que esta administración ha realizado en los diferentes temas que ahí se exponen.
En primer lugar, por supuesto, los quiero invitar a que no solamente veamos lo negativo de las cosas que esperamos sucedan y como siempre en la democracia, deseamos más que sucedan cosas buenas que las que suceden; pero también con objetividad podamos reconocer que durante mucho tiempo no se generó ningún acuerdo en donde confluyeran los puntos de vista de las diferentes fuerzas políticas del país.
No obstante, que desde cualquier ideología, el punto de coincidencia es generar mayor riqueza, igualdad social y económica, y combatir la pobreza. Es la primera vez en la historia moderna que logramos establecer un nuevo marco constitucional que esperamos todos, sea la base y el motor de las futuras transformaciones.
En segundo lugar, independientemente de nuestra posición ideológica, poner en la mesa de debate y plantear cambios jurídicos de temas que se consideraban tabúes como la educación, el combate a los monopolios, la reforma energética; entre otros, que colocan a nuestro país en la mira internacional como una nación con expectativa de desarrollo.
Pero sobre todo, poner en el centro de ejecución de las políticas públicas la perspectiva de igualdad de género, en el cual voy a concentrar mi exposición en los minutos que me restan porque sé, que un tema fundamental para el país y para la región de América Latina. Aunque afuera se reconozca más que en nuestro propio país.
Es la primera vez que desde el Plan Nacional de Desarrollo se establece como política de Estado la estrategia transversal con perspectiva de género.
Es la primera vez que el combate a la desigualdad es una política pública transversal desde la perspectiva formal y sustancial.
Después de 60 años del derecho ganado por la mujer para votar y ser electa como representante popular, se estableció constitucionalmente la paridad política, lo que significa que por primera vez los partidos políticos tienen la obligación de impulsar las candidaturas a cargos de representación popular a las mujeres tanto a nivel federal como a nivel local.
Esto va a significar un combate real a la vieja cultura de la desigualdad, pero sobre todo, un impulso de nuevas políticas públicas en los estados de la república para mejorar las condiciones de vida no solo de las mujeres sino también de las familias.
Porque, ¿quién podrá negar que a las mujeres juntas, nadie las detiene?, por ello, van a cambiar los presupuestos que se discuten cada año en cada Congreso local para dirigirlo, verdaderamente, a combatir la pobreza y la brecha de desigualdad social en sus municipios y en sus comunidades.
Con ello, mejorarán la vida de las familias que representan en cada estado. Porque, ¿quién podrá negar que los resultados a nivel federal han sido mejores para las mujeres desde que nosotras significamos un número importante en esta soberanía?
Pero, sobre todo, ¿quién puede negar las proyecciones internacionales que establecen que, las naciones que mejoran las condiciones de vida de las mujeres para alcanzar la igualdad, mejoran las condiciones de todo su país? Porque si las mujeres estamos bien, nuestras familias estarán bien, nuestro municipio estará bien, nuestro Estado estará mejor y nuestro país, por supuesto, estará mucho mejor.
Me referiré a lo que denomino la igualdad sustancial porque sin ella de nada sirve los cambios en las normas jurídicas incluyendo la propia Constitución.
Voy a reiterar que como nunca en la historia, por primera vez, un Plan Nacional de Desarrollo considera como política pública la igualdad de género y, por lo tanto, se han impulsado, así lo dice este Informe, los siguientes programas: Programa Nacional de Derechos Humanos, no es cierto que no estemos aplicados en garantizar los derechos humanos; el de Igualdad y no Discriminación, el integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y; el Programa para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delito en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.
Y digo, no es cierto que no estemos porque esta Soberanía ha puesto “el dedo en la llaga” y ha hecho cambios fundamentales para que todo lo que sea materia de derechos humanos sea garantizado y estamos vigilando que así se cumpla.
Pero sobre todo, es la primera vez que el presupuesto para la transversalización de política de género se constituye de más de 22 mil millones de pesos en donde las mujeres son beneficiadas con programas de salud preventiva, créditos de microempresas, programas de protección a las niñas en las zonas indígenas, combate a la violencia, a la discriminación y de seguridad social en general.
No puedo en este momento, dedicarme a dar cifras; pero el Informe que hemos recibido trae puntualmente los avances de cada uno de estos programas y, por supuesto, que no creo que el secretario de Gobernación o algún otro secretario tengan miedo a confrontar a los legisladores, como debe de ser en una República democrática como la nuestra, los resultados que nos están dando en el Plan Nacional de Desarrollo y los informes que nos presentan.
Lo han demostrado cuando han venido a las comisiones, en especial, el secretario de Gobernación. Me imagino que ya la Junta de Coordinación Política ha programado cuando vamos a tener esa oportunidad, como en los años pasados, de mantener el diálogo y el debate que corresponde a este Informe en particular.
Pero además, compañeras y compañeros, el cambio de política social tiene mucho que decir sobre la importancia de combatir la desigualdad de las mujeres en el terreno social y económico.
No es cierto que no se haya combatido la pobreza con los programas en estos dos últimos años, pero sí es cierto que esa política clientelar ya no debe de seguir. Lo que acaba de anunciar el Presidente con el Programa Próspera es un cambio radical de una política asistencial, que no es benéfica para nuestro país, a una política de desarrollo para población más pobre.
Para que verdaderamente logremos combatir la pobreza y lograr la igualdad en todos los términos.
Amartya Sen afirmó, “Como idea abstracta, la igualdad no tiene mucha fuerza, y el trabajo real comienza con las especificaciones de qué es lo que hay que igualar. El paso fundamental, consiste, pues en especificar el ámbito en el que hay que buscar igualdad y las reglas a seguir para definir lo equitativo en los aspectos tanto agregativo como distributivo”.
No es suficiente un sexenio para impulsar una política pública de Estado. Recordemos que la lucha por combatir la desigualdad en el terreno social, económico y político de las mujeres no es nuevo, pero es la primera vez que se establecen las bases para que desde todos los ámbitos de competencia del poder se realicen los cambios que requiere esta nueva política de igualdad que está impulsando el Presidente y el Gabinete que está gobernando.
Es cuanto, señor Presidente.
Gracias por su atención.
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO