La pertenencia a un núcleo y la confiabilidad que representa la solidaridad entre quienes lo conforman, define la personalidad y convicción de todas las personas.

La dinámica de la vida moderna exige la atención de múltiples obligaciones y, consecuentemente, la reducción del tiempo y espacios de esparcimiento de las personas con relación a quienes conforman el núcleo familiar.

El concepto tradicional de familia al que muchos hemos pertenecido y del que muchos estamos plenamente convencidos, ha evolucionado en nuestra época; el número de matrimonios ha disminuido y el de divorcios aumenta de manera vertiginosa

Una estadística está perfectamente ligada a la dinámica que hoy revela el Registro Civil en lo que toca a la celebración de matrimonios y disolución de ellos; el 98 por ciento de los reclusos en el país ha estado ligado con el severo problema que arroja la alienación parental

Aplaudimos el contenido de la iniciativa que ha presentado a esta Asamblea la diputada Karina Labastida, que identifica con razón y puntualidad una problemática que aqueja gravemente al país.

La alienación parental es, como lo define el dictamen, cualquier tipo de manipulación respecto de los hijos menores de edad, tendientes a transformar la conciencia de éstos con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir las relaciones parentales o la debida integración familiar con el progenitor no custodio.

El desarrollo de la personalidad, está vinculado indisolublemente al sano entendimiento de los roles, que en una sociedad moderna, desenvuelven las personas de ambos géneros. Los niños y niñas de México tienen el irrefutable derecho de convivir en armonía con sus progenitores o con quienes hubieran convivido desde el momento de su alumbramiento

El artículo cuarto de la Constitución establece la obligación del Estado de velar por el interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Así mismo, reconoce el derecho de niños y niñas a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Y continúa con una senda obligación: “los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y de principios”

En el derecho de familia, se reconoce el amplio derecho a la paternidad, al número y esparcimiento de los hijos, al ejercicio pleno de la patria potestad y de la educación de los menores, pero sobre todo, el derecho de convivencia entre padres e hijos.

En esta relación simbiótica existente entre padres e hijos, los primeros están obligados a no interferir negativamente en el crecimiento y desarrollo de la personalidad de los primeros, incidiendo mediante la incrustación de ideas y sentimientos de animadversión con relación a sus progenitores

La iniciativa de la diputada Labastida, ahora dictaminada por la Comisión de Justicia, plantea crear instrumentos jurídicos que procuren y garanticen mayor protección a las niñas, niños y adolescentes que sufren la separación de sus padres por la llamada alienación parental, y dicha situación no cause mayores efectos negativos que los que ya de por sí padecen los menores con motivo de la ruptura conyugal.

Estamos convencidos de la gran trascendencia de la iniciativa y de la necesaria intervención del Estado en la materia de la alienación parental; primeramente, como mecanismo de garantía de salud y protección al desarrollo psicológico y personal de los niños, y en segundo lugar, como derecho de los padres a convivir pacíficamente con sus hijos y conservar el nexo afectivo que los une, independientemente de los tiempos compartidos que se deriven de una resolución judicial de divorcio.

El artículo 3° de la Convención sobre los Derechos del Niño, establece con puntualidad que todas las autoridades atenderán de manera primordial al interés superior del niño. En ese sentido, vincula a los Estados Partes para comprometerse a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables del niño ante la ley.

A través de las normas que ahora discutimos, se atiende al espíritu de los compromisos internacionales de los que México es parte, y se ataja con acierto una problemática nacional que nos aqueja y que podría ser una fuente de la problemática social en la que estamos inmersos

El libre desarrollo de la personalidad es una pieza básica para el despliegue de los derechos humanos, y por ello, es uno de los más delicados y urgentes núcleos que el Estado debe proteger y respetar.

En tal encomienda, dentro de nuestra compleja tarea legislativa, los invito a votar a favor del presente dictamen de la Comisión de Justicia, ya que como otros tantos que hemos confeccionado y discutido en la Comisión, se inscribe dentro de los esfuerzos legislativos para generar mejores instrumentos jurídicos a favor de los sectores más vulnerables.

En el Grupo Parlamentario del Partido Verde votaremos a favor del Dictamen, porque estamos convencidos de que el respeto en la relación de familia constituye un pilar fundamental para la construcción de una sociedad tolerante, incluyente y civilizada

Votaremos también a favor del dictamen, porque estamos ciertos que el sano desarrollo de nuestra niñez constituye el cimiento de una sociedad más pacífica y ordenada, en donde cada menor pueda encontrar las condiciones materiales y jurídicas suficientes para desarrollar sus capacidades dentro de un entorno afectuoso y sin manipulaciones de ningún tipo.

Por su atención, muchas gracias,

Es cuanto, ciudadano presidente.

 

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO