Jueves, 05 Marzo 2015 07:53

INTERVENCIÓN DE LA SENADORA MARÍA ELENA BARRERA TAPIA, AL PRESENTAR UNA INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE DECLARA EL 28 DE MAYO COMO “DÍA NACIONAL POR LA SALUD DE LA MUJER”

La salud es derecho humano consagrado en nuestra Carta Magna que protege a todos los mexicanos de manera absoluta, sin embargo existen grupos de población, como las mujeres, que corren mayores riesgos y por lo tanto requieren de una protección especial que brinde los medios necesarios para garantizar el acceso a este vital derecho.

México, D. F., a 5 de marzo de 2015

 

 

Con su permiso señor presidente

Compañeras y compañeros senadores

 

La salud es derecho humano consagrado en nuestra Carta Magna que protege a todos los mexicanos de manera absoluta, sin embargo existen grupos de población, como las mujeres, que corren mayores riesgos y por lo tanto requieren de una protección especial que brinde los medios necesarios para garantizar el acceso a este vital derecho.

Las necesidades del día a día nos han rebasado, hoy las mujeres realizan una labor extraordinaria, además de ser soporte emocional de nuestras familias y de fungir como columna vertebral de los hogares, tenemos que trabajar y en muchos casos, como el de las jefas de familia, son el único sustento de su casa.

Los avances son muchos en materia de salud y también de equidad están brindando sus frutos, cada minuto la sociedad se enriquece con la participación activa de las mexicanas.

El camino no ha sido sencillo pero la madurez de nuestra comunidad ha logrado romper los obstáculos y estereotipos, hemos logrado metas que también parecían inalcanzables.

No podemos detener el avance progresivo de la protección al género femenino y es por ello que requerimos de políticas públicas que beneficien la salud de la mujer mexicana.

La Organización Mundial de la Salud ha reconocido que debido a las diferencias biológicas y sociales, el simple hecho de tener uno u otro sexo impacta directamente en la salud, especialmente de las mujeres y de las niñas son las que se encuentran en una situación de desventaja por factores socioculturales como las desigualdades en las relaciones de poder entre hombre y mujer, en las normas sociales que reducen también la posibilidad de recibir educación y encontrar oportunidades de empleo, la atención exclusiva a las funciones reproductivas de la mujer y el padecimiento potencial o real de violencia física, sexual y emocional, los cuales impiden que las mujeres se beneficien de los servicios de salud de calidad.

Bajo el lema “¡Ni enfermas, ni muertas!: Por un embarazo saludable ¡Disminuyendo la morbilidad materna!” En 1987, la Organización Panamericana de la Salud reconoció el 28 de mayo como el “Día Internacional de Acción para la Salud de las Mujeres”, fecha que sirve como recordatorio de las distintas causas de enfermedades y muertes que afectan a las mujeres.

Uno de los objetivos del milenio establecido por la Naciones Unidas hay que mejorar la salud de la mujeres en periodo de embarazo, lactancia y también parto, se estima que, en el mundo, cerca de 10 millones de mujeres cada año quedan con una discapacidad o secuela grave producida por una complicación durante su embarazo, este tipo de complicaciones si no se tratan de manera eficaz y oportuna, ponen en riesgo la vida de las mujeres.

La especial situación en que se encuentra el género femenino nos obliga a realizar acciones afirmativas que aseguren la igualdad sustantiva de hombres y mujeres en el acceso a derechos fundamentales.

La salud de la mujer no es una cuestión que se agota en la salud materna, a nivel mundial el 35 por ciento de las mujeres sufren o han sufrido de violencia, y por lo menos un quinto de la población femenina asegura haber sufrido abusos sexuales antes de los 15 años.

 

La tasa de feminicidios, a nivel internacional, es de 2.7 muertes por cada 100 mil mujeres; y la situación en México es alarmante, entre 2007 y 2013 este indicador se disparó a 4.4 casos por cada 100 mil mujeres, cerca de 6 víctimas diarias.

Además de estos graves problemas que afectan la salud de las mujeres, existen riesgos inadvertidos que reducen la calidad de vida de este sector en específico, la cocina en nuestro país es una labor femenina y como tradicionalmente se realiza con carbón o en anafres, las mujeres terminan respirando una mezcla de cientos de contaminantes cada vez que cocinan, cada vez que preparan sus alimentos y esto es todos los días, el humo producto de la combustión al interior de las casas, es la causa de muerte de casi la mitad de mujeres que mueren por neumopatías obstructivas crónicas, que corresponde a la calidad de 500 mil muertes, medio millón de mujeres que mueren por esta causa.

Necesitamos entonces, un enfoque de salud pública basado en el género de las personas, que reconozca las diferencias entre el hombre y la mujer, que dote a las mujeres y niñas con un acceso equitativo a servicios de salud,medicinas y prevención de enfermedades contribuyendo al desarrollo de una economía sostenible y en beneficio de la sociedad en general.

Mejorar la calidad de vida de todas las personas, implica proteger, por supuesto, a la mujer desde una perspectiva integral, que combata la discriminación de género, evite las muertes y secuelas resultado de las complicaciones maternas, que no permita sufrir daños durante la gravidez y proporcione el espacio libre de violencia donde puedan desarrollarse plenamente.

La información del Censo 2010, muestra que de cada 100 hogares, 25 están a cargo de una mujer,por lo que atender la salud de las mujeres significa brindar un apoyo sustancial a las necesidades de la columna vertebral de toda familia.

Por todo lo anterior, esta iniciativa pretende declarar el 28 de mayo como el “Día Nacional por la Salud de la Mujer”.

Establezcamos el 28 de mayo como el día que abra el debate y genere la oportunidad de recapitular nuestros resultados, así como de promover la participación en la prevención de enfermedades y como consecuencia una mejora en la calidad de vida.

Las senadoras Hilda Esthela Escalera, María Cristina Díaz Salazar, Diva Hadamira Gatélum Bajo, Itzel Sarahí Ríos de la Mora, Lilia Guadalupe Merodio Reza, Angélica Araujo Lara y Maki Esther Ortiz Domínguez, les invitamos, compañeras y compañeros, a sumarse a esta declaratoria, que sirva de marco para reflexionar y discutir los programas, políticas y acciones concretas en favor de la salud de las mexicanas.

Muchas gracias.

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