Martes, 24 Febrero 2015 07:24

INTERVENCIÓN DE LA SENADORA NINFA SALINAS SADA, EN LA INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA  “PESCANDO SOLUCIONES POR NUESTROS OCÉANOS”

Muy buenos días, sean todos bienvenidos al Senado de la República en donde hoy, la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que me honro en presidir, y las asociaciones civiles antes mencionadas, tendremos el agrado de inaugurar la Exposición Fotográfica “Pescando Soluciones por Nuestros Océanos”.

México, D. F., a 24 de febrero de 2015

 

 

Senadoras y Senadores integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales

 

Senadoras y Senadores del Senado de la República

Sr. Sergio Sandoval Arauz, Secretario de la Cooperativa de Producción Pesquera Ensenada.

Sr. Ramón Carlos Torres, Presidente de la Asociación Mexicana de Imagen Subacuática.

Miembros de la Asociación Mexicana de Imagen Subacuática

Causa Natura y Comunidad y Biodiversidad.

Representantes de los Medios de Comunicación

Señoras y Señores

Muy buenos días, sean todos bienvenidos al Senado de la República en donde hoy, la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que me honro en presidir, y las asociaciones civiles antes mencionadas, tendremos el agrado de inaugurar la Exposición Fotográfica “Pescando Soluciones por Nuestros Océanos”.

Como saben, México forma parte del privilegiado grupo de países megadiversos, los cuales reciben esta denominación por albergar en conjunto más del 70 por ciento de la diversidad biológica del planeta. De hecho, nuestro país contribuye al 10 por ciento de la riqueza biológica global.

Gran parte de dicha riqueza se encuentra en nuestros océanos y costas.  Basta señalar que en ellos se encuentran 4,100 especies de moluscos, 5,387 especies de crustáceos, 139 especies de corales, 2,729 especies de peces, 371 especies de anfibios y 40 especies de mamíferos marinos. Muchas de ellas endémicas.

Además de dicha riqueza biológica, los océanos y costas mexicanos proveen una importante gama de beneficios sociales, económicos y ambientales. Entre ellos: (1) el desarrollo de la actividad pesquera y el aprovechamiento de una gran diversidad de especies para consumo humano o como insumo para la elaboración de otros productos; (2) la extracción de combustibles fósiles; (3) la extracción de minerales, como es el caso de la producción de sal y (4) la absorción de bióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero de origen antropogénico, cuya concentración en la atmósfera terrestre ocasiona el cambio climático.

Desafortunadamente, existen diversos factores que amenazan su integridad, desde la alteración o destrucción del hábitat marino y costero, la sobreexplotación de los recursos pesqueros de interés comercial, el vertimiento de sustancias contaminantes, hasta el incremento de la temperatura del océano y su acidificación como consecuencia del cambio climático.

Bajo este panorama resulta de vital importancia el desarrollo de acciones que garanticen su conservación.

Con el ánimo de revertir los factores que contribuyen a diezmar nuestra riqueza oceánica y costera se han llevado a cabo en México importantes esfuerzos, destacando la identificación de 70 regiones marinas prioritarias para la conservación que cubren una superficie de 1.378 millones de km2. Aunado a ello, 4.9 millones de hectáreas en zonas marinas, están actualmente salvaguardadas bajo el régimen de Áreas Naturales Protegidas.

Lo anterior como parte de las acciones desarrolladas por el Gobierno Federal para dar cumplimiento a los objetivos de la meta México Próspero del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. Particularmente, a la estrategia relativa a la protección del patrimonio natural y la línea de acción orientada a incrementar la superficie del territorio nacional bajo modalidades de conservación, buenas prácticas productivas y manejo regulado del patrimonio natural.

Pero no sólo el ejecutivo federal está realizando tareas para proteger nuestros océanos. Los legisladores que integramos las cámaras del Congreso de la Unión, también tenemos una obligación ineludible respecto de la conservación y cuidado del ecosistema marino y costero. De hecho, en la comisión que me honro presidir se han aprobado importantes reformas a leyes como la General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, General de Cambio Climático y General de Vida Silvestre, que inciden directamente en tal propósito. En breve, estaremos analizando y de ser el caso aprobando otras propuestas destinadas a fortalecer la legislación ambiental relativa a nuestros océanos.

La exposición fotográfica que nos convoca busca reconocer otros importantes esfuerzos en la materia. Me refiero las iniciativas de comunidades de pescadores que se han organizado de manera voluntaria para establecer zonas de conservación y restauración en los mares de México con el objetivo de preservar su riqueza natural. La idea es que tan importantes esfuerzos tengan un mayor apoyo de los ciudadanos y del Estado y que estas experiencias se repliquen en más lugares del país.

En ese sentido, esta bella exposición no sólo brinda la oportunidad de apreciar sino también de sensibilizarnos respecto del trabajo que dichas comunidades de pescadores mexicanos han llevado a cabo para restaurar el ecosistema marino, mantener los recursos pesqueros y salvaguardar los servicios ambientales que nos proporcionan nuestros océanos, con una visión a futuro. Lo cierto es que estos esfuerzos locales conservan la riqueza marina de todo el país, para esta generación y las generaciones futuras.

Mediante las fotografías que se exponen podemos apreciar cómo las comunidades de pescadores de Bahía de Kino, Sonora, comprometidos con su entorno, se han entrenado y certificado en el monitoreo submarino, para convertirse en auténticos “pescadores de datos”. La información que recaban les permite conocer el estado de los recursos marinos y a partir de ello encontrar soluciones sustentables a los problemas que los aquejan, además de generar nuevas alternativas de empleo e ingreso.

También podrán conocer el caso de la comunidad de Cabo Pulmo, en Baja California Sur, que con una ejemplar organización en pro de la protección de los recursos marinos ha logrado avances destacables. Los frutos del trabajo llevado a cabo se traducen en una recuperación de la vida marina en más de cuatro veces; de hecho, hoy es el sitio de mayor diversidad biológica en el Pacífico mexicano. Ejemplos como el de Cabo Pulmo demuestran que más allá de buenas intenciones es posible y factible mantener la salud de nuestros ecosistemas marinos y costeros, y generar, al mismo tiempo, beneficios ambientales, económicos y sociales a partir de las acciones llevadas a cabo por los pueblos y comunidades locales.

Las imágenes que están frente a nosotros son elocuentes y expresan más que mil palabras. Estoy segura que contribuirán inequívocamente a enriquecer el debate legislativo y a que nuestro país de cabal cumplimiento a la Meta de Aichi para la Diversidad Biológica No. 11, relativa a incrementar en un 10 por ciento de la superficie marina bajo algún esquema de protección, destacando que, a diferencia del grueso de acciones que se implementan, su origen está en la voluntad de las comunidades o pueblos interesados por conservar el patrimonio natural de nuestros mares y costas.

Amigos, sin más preámbulos, siendo 24 de febrero del año 2015 declaro inaugurada la Exposición Fotográfica “Pescando Soluciones por Nuestros Océanos”, que permanecerá en esta área del Senado de la República hasta el día 27 de este mes.

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