En nuestro país, el fenómeno migratorio se ha manifestado con gran fuerza, por lo menos desde las primeras décadas del siglo XX.

México, D. F., a 10 de febrero de 2015

 

 

Con el permiso de la presidencia.

Compañeras y compañeros legisladores.

En nuestro país, el fenómeno migratorio se ha manifestado con gran fuerza, por lo menos desde las primeras décadas del siglo XX.

 

A causa de la pobreza, la falta de oportunidades y últimamente  también por la violencia que viven en sus comunidades, miles de mexicanos deciden cada año cruzar la frontera con Estados Unidos, en busca de una vida mejor.

Por otra parte, los procesos económicos y sociales que han tenido lugar en los últimos años en Centroamérica, han propiciado que en muchos lugares de la región se experimenten condiciones de vida cada vez más difíciles, lo cual ha incrementado sustancialmente los flujos migratorios, hasta dar paso a una crisis humanitaria.

México es un país de origen, tránsito y destino, y el corredor migratorio México-Centroamérica-Estados Unidos, el más grande e importante del mundo, por el elevado flujo de migrantes indocumentados que cruzan cada año la frontera norte de nuestro país.

Si bien, en los últimos años la cifra de migrantes mexicanos ha disminuido casi a  la mitad, no se observa lo mismo en caso de los migrantes centroamericanos, pues la cantidad de ellos, dispuestos a correr el riesgo de migrar ilegalmente buscando un futuro diferente; lejos de reducirse, va en aumento.

Para atender la problemática de quienes cruzan por nuestro país, se creó en 2011 la Ley de Migración, con la cual se pretende garantizar la protección de los derechos humanos de las personas consideradas como migrantes, especialmente de las niñas, niños y adolescentes, por ser estos los sectores más vulnerables.

No obstante lo anterior, aun falta mucho por hacer, recientemente, la incidencia de migración infantil se ha incrementado significativamente de acuerdo a los datos que expone el dictamen puesto a discusión, en el periodo que va del mes de enero al mes de agosto de 2013, se registraron 237 mil 626 eventos de repatriación de migrantes mexicanos desde Estados Unidos, de los cuales  más de once mil eran menores, y una cifra superior a los nueve mil 500 no se encontraban acompañados por nadie.

En este sentido, resulta de fundamental importancia reformar la ley a efecto de privilegiar en todo momento el interés superior de nuestros niños.

En este sentido, se propone establecer que se deberá canalizar de manera inmediata a la niña, niño y adolescente migrante no acompañado, al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, a los sistemas estatales DIF o del Distrito Federal, donde se les proporcionará la protección y asistencia adecuadas en alguno de los albergues para la infancia públicos o privados y autorizados por el DIF para su salvaguarda, mientras se resuelve su situación migratoria y se determina su interés superior, y las medidas que mejor convengan.

Se establece además que durante los lapsos que las niñas, niños y adolescentes migrantes extranjeros no acompañados se encuentran en una estación migratoria, en tanto se les traslada a las instalaciones del DIF; estatal, municipal o del Distrito Federal, deberán asignárseles un espacio distinto al alojamiento de los adultos.

En suma, se deja en claro que los menores de edad migrantes bajo ningún concepto se encontrarán en estado de detención en ninguna instancia, sino que deberán estar siempre bajo la guarda y custodia de las autoridades del DIF con el fin de salvaguardar en todo momento su interés superior.

Señoras y señores legisladores, es oportuno recordar que los niñas y niñas son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro. Por ello, refrendamos nuestro compromiso de legislar a favor de los derechos de la niñez y la adolescencia.

De ahí que en nuestro grupo parlamentario votaremos a favor del presente proyecto de decreto que reforma y adiciona el 112 de la Ley de Migración. En aras de proteger de manera efectiva los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Es cuanto, señor presidente.

 

 

 

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO