En votación económica y después de que los legisladores de las izquierdas acusaran a las otras bancadas de rehuir el debate, los representantes del PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza rechazaron la posibilidad de impugnar la iniciativa presidencial de reformas a la Ley Federal del Trabajo.

El coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, denunció desde la tribuna el intento de “ponerle un bozal” a los legisladores de las izquierdas y aplicar el “fascismo parlamentario” en la Cámara de Diputados, pero advirtió que su bancada no renunciará a su derecho a debatir en el Palacio de San Lázaro.

El proyecto promovido por el Frente Legislativo Progresista cuestionaba el carácter preferente de la reforma laboral y preveía solicitar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación suspender la dictaminación de la iniciativa.

El argumento central del proyecto radicaba en que la reforma política aprobada por la pasada legislatura del Congreso de la Unión estableció un año de plazo para expedir la ley reglamentaria de la iniciativa preferente, sin que hasta ahora se haya cumplido ese mandato.

No obstante, el presidente Felipe Calderón remitió el pasado 1 de septiembre su iniciativa de reforma laboral con carácter de preferente, a fin de que la Cámara de Diputados dictaminara el proyecto en no más de 30 días naturales, para después pasar al Senado de la República y darle el mismo plazo para resolver la minuta.

El priista Héctor Gutiérrez de la Garza y la panista Consuelo Argüelles rebatieron la presunta improcedencia de la iniciativa preferente de reforma laboral y llamaron a los legisladores de las izquierdas a no abrir un debate falso al respecto.

“Ya basta de mentiras y medias verdades, esta controversia es mediática; hay algunos diputados a los que no hay que pedirles que pasen a tribuna, sino a escena, porque termina siendo un histrionismo”, puntualizó Gutiérrez de la Garza.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO