México llega a la conmemoración del Día Mundial de los Océanos con un severo deterioro de sus ecosistemas marinos debido a la sobrepesca, la contaminación por residuos y sustancias tóxicas y al inadecuado manejo de las zonas costeras en todo el territorio nacional, aseguró el diputado ecologista Diego Cobo Terrazas.

Aseveró que el gobierno federal ha sido incapaz de frenar el uso de artes de pesca no selectivos como las redes de arrastre, palangres y explosivos de sustancias tóxicas, entre otras. “Ello ha traído como consecuencia una considerable baja en los rendimientos de todas las pesquerías. Especialmente resulta muy dañina la pesca del camarón, la cual utiliza redes de arrastre que deterioran gravemente los océanos, por su técnica no selectiva”.

Dijo que por cada kilo de camarón que se pesca, se capturan entre 10 y 15 kilogramos de otras especies que son muertas y desechadas al mar. “Además las granjas camaronícolas son responsables de la destrucción de grandes extensiones de manglar, pues son construidas en sus ecosistemas, afectando con ello el ciclo biológico del propio camarón y de innumerable cantidad de especies”.

Mencionó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha catalogado a la pesca del camarón como la pesquería más destructiva e insustentable. Apuntó que el problema de la pesquería furtiva tiene especial incidencia en las zonas del Golfo de California, en las costas de Sinaloa, Oaxaca y Chiapas en el Océano Pacífico, y en Yucatán y Campeche en el Océano Atlántico.

Otro grave problema que enfrentan los océanos y mares territoriales de México, explicó Cobo Terrazas, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales en la Cámara de Diputados, es el vertimiento de una gran cantidad de residuos sólidos, sustancias químicas y aguas residuales no tratadas.

“Resulta preocupante que ninguna de las principales ciudades costeras del país cumpla con el mandato constitucional de tratar las aguas residuales antes de ser desechadas en el mar. Lo que provoca que las playas de los principales centros turísticos del país, representen un riesgo sanitario para los bañistas”.

Aseveró que de acuerdo con estudios realizados por el Partido Verde, en las playas mexicanas se concentran elevados niveles de coliformes fecales y otras bacterias, e incluso virus riesgosos para la salud; “por lo que el llamado enérgico es que las autoridades implementen las medidas conducentes”.

Agregó que el sistema de monitoreo de calidad de aguas de las playas que coordina la SEMARNAT, carece de credibilidad, “pues son las propias autoridades municipales las responsables de elaborar los diagnósticos y análisis de laboratorio, lo que implica un conflicto de intereses que se ve reflejado en estudios parciales y manipulados”.

Por si esto fuera poco, explicó que se tiene el problema del escurrimiento de las aguas residuales que genera la industria agrícola, que lleva al océano cantidades importantes de pesticidas y fertilizantes químicos que se bioacumulan en los orgánicos vivos del mar.
La industria petrolera también genera graves repercusiones ambientales, derivado de sus actividades de prospección, exploración y explotación de pozos petroleros; además de los frecuentes derrames en sus barcos que utilizan para el traslado de los hidrocarburos, que carecen de doble casco de protección.

El enorme desorden urbano que se ha propiciado a lo largo de las zonas costeras del territorio nacional, es un rubro aparte, en particular los polos de desarrollo turístico como son: Los Cabos, Loreto, Vallarta, Ixtapa, Acapulco, Huatulco, Cancún, Cozumel, Isla Mujeres, Playa del Carmen y Veracruz, entre otros.

“En todos estos sitios se han privilegiado los intereses económicos, muy por encima del interés general de la sociedad, prevaleciendo un desorden que ha conllevado a la desaparición del 60% de los bosques de manglar del país; ejerciendo así una presión insostenible sobre los océanos”.

En este sentido, destacó que el Partido Verde, reconociendo y atendiendo esta problemática ha propuesto múltiples iniciativas de ley, tendientes a procurar la protección y conservación de nuestros mares como: la reforma de ley para proteger los manglares; iniciativa de ley para hacer obligatorio el sistema de certificación de playas limpias a cargo de laboratorios independientes, entre otras no menos importantes.

Recordó que en 1994, la comunidad internacional dio un paso muy importante para la protección de los océanos al haber entrado en vigor la Convención de las Naciones Unidas sobre la Ley para los Océanos; “pues estos cubren dos terceras partes de la superficie de la Tierra, y a través de sus interacciones con la atmósfera, litosfera y la biosfera, juegan un papel relevante en la conformación de las condiciones que hacen posible las distintas formas de vida en nuestro planeta, por lo que es obligado aprender a cuidarlos”, concluyó.