El legislador del PVEM señaló que derivado de una denuncia ciudadana, se supo de la existencia de esta bodega que almacena residuos peligrosos; además de que diariamente se transportan transformadores, condensadores y medidores eléctricos, mismos que son desmantelados para extraerles metales como: bronce, cobre, acero y aluminio poniendo en riesgo la salud de los vecinos de la zona y el medio ambiente.

El pevemista manifestó su preocupación por los trabajadores de esta bodega, quienes sin ninguna protección y planes de manejo adecuados de residuos peligrosos se exponen a los aceites y sustancias tóxicas, “como los askareles que generan subproductos altamente tóxicos y peligrosos al ser sometidos a incineración, como son las dioxinas y furanos, que llegan a causar incluso efectos más graves en la salud como cáncer”, destacó.

Por su parte, Mariana Boy, señaló que desafortunadamente este tipo de tiraderos o bodegas clandestinas abundan en el país, pese a que las autoridades están obligadas por tratados internacionales como el Convenio de Estocolmo y los Planes de Acción Regional para América del Norte (PARAN), y normatividades nacionales, a reducir el uso y liberación al medio ambiente de sustancias tóxicas persistentes y bioacumulables.

Los representantes del PVEM destacaron que la exposición a bifenilos policlorados produce efectos crónicos como defectos reproductivos, bajo peso al nacer, abortos, disminución de la capacidad intelectual, alteración en funciones biológicas normales, disfunciones inmunológicas, anormalidades metabólicas, deformaciones natales, así como causar irritación de la piel y daño hepático después de exposición prolongada.

El legislador del Partido Verde hizo un llamado a las autoridades de la SEMARNAT y a la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), para que inicien una investigación sobre la operación de esta bodega clandestina, puesto que resulta urgente que las autoridades responsables tomen cartas en el asunto.

Finalmente, señalaron que tanto los generadores de estos residuos, como la “bodega”, violan diversas disposiciones de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, así como de su reglamento, puesto los generadores incumplen su obligación de dar disposición final adecuada a sus residuos, ya que sus instalaciones no cuenta con la pendiente necesaria ni canaletas que conduzcan los derrames a fosas de retención.