Excélsior/25 de Julio 2011
Ante la opinión pública, el Ejército ha logrado salir airoso en materia de observancia de los derechos humanos. Para sancionar las faltas y delitos en que incurren militares, la población aprueba el fuero militar, en parte porque los tribunales militares son mejor calificados que los civiles.
Además, la difusión de los juicios militares en los medios de comunicación es bien vista y se cree que muestra disposición a hacer más transparente el funcionamiento de las Fuerzas Armadas, según se concluye de la última encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.
Al Ejército se le percibe como una institución que practica el respeto a los derechos humanos (58 por ciento). Sólo 21 por ciento piensa que no lo hace. La calificación sobre las Fuerzas Armadas en este renglón es satisfactoria (muy/algo, 67 por ciento).
En contraste, la percepción del desempeño que tienen las policías en esta materia es un juicio más bien negativo sobre la observancia de los derechos humanos: 52 por ciento cree que es poco o nada satisfactorio en el caso de la Policía Federal, porcentaje que se eleva a 69 por ciento para las policías municipales.
En torno de los incidentes en que militares se han visto involucrados en muertes o perjuicios a civiles, la población piensa que la violación de derechos humanos por parte del Ejército constituye un problema aislado (68 por ciento).
La opinión pública sabe que los miembros del Ejército son juzgados por jueces o tribunales o autoridades de carácter militar cuando incurren en algún delito o falta disciplinaria (58 por ciento). La mayoría de la población le encuentra bondades a la existencia del fuero militar.
Así, seis de cada diez cree que el fuero militar ha contribuido totalmente o bastante al cumplimiento de la disciplina castrense, al fortalecimiento de la confianza en los miembros del Ejército y a la garantía de que habrá castigo a los militares que cometan abusos o violaciones a los derechos humanos.
De hecho, los tribunales militares son mejor vistos que los civiles, ya que 50 por ciento expresa mayor confianza en los primeros, y únicamente 22 por ciento se inclina por los segundos.
La principal razón por la que se favorecen más los militares reside en que se perciben más honestos o menos corruptos que los civiles. En segundo término, se menciona que están más apegados a la ley y que son más estrictos.
Las acciones para transparentar la justicia militar ante la ciudadanía son bien vistas, aunque todavía no se sabe mucho al respecto. La reciente apertura a los medios de comunicación de un juicio llevado por un Consejo de Guerra fue poco conocida (25 por ciento).
Sin embargo, el saber que los juicios militares son públicos causa significativa satisfacción (mucha/bastante, 68 por ciento).
Se cree que esta decisión de abrir los juicios castrenses a los medios surge de la disposición del Ejército de presentar que lo que hace está accesible a la población (52 por ciento), y no como una mera apariencia de transparencia ante las acusaciones que se han llegado a hacer contra los militares por violaciones a derechos humanos.
