Miércoles, 15 Diciembre 2010 03:25

LOGRA PARTIDO VERDE REFORMAS PARA LA CREACIÓN DE ZANJAS DE ABSORCIÓN

La captación de agua de lluvia en los bosques permite la recarga de los acuíferos y da continuidad a los volúmenes de agua de ríos y lagos, fomentando el equilibrio en el ciclo hidrológico. Cuando las poblaciones van creciendo se desarrollan grandes ciudades, rompiéndose el equilibrio. Con la disminución de los bosques y el crecimiento de las ciudades se generaron otra clase de problemas, que influyeron de manera grave en la conservación del vital líquido. El desarrollo de las ciudades y de su industria trajo consigo el problema de la contaminación.

México D. F, a 14 de diciembre de 2010

RESUMEN DEL DICTAMEN A LA PROPUESTA PRESENTADA POR EL DIPUTADO JOSÉ COUTTOLENC GÜEMEZ SOBRE LA CREACIÓN DE ZANJAS DE ABSORCIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL

La captación de agua de lluvia en los bosques permite la recarga de los acuíferos y da continuidad a los volúmenes de agua de ríos y lagos, fomentando el equilibrio en el ciclo hidrológico. Cuando las poblaciones van creciendo se desarrollan grandes ciudades, rompiéndose el equilibrio. Con la disminución de los bosques y el crecimiento de las ciudades se generaron otra clase de problemas, que influyeron de manera grave en la conservación del vital líquido. El desarrollo de las ciudades y de su industria trajo consigo el problema de la contaminación.

Por otro lado, el agua de lluvia ya no se infiltraba al suelo con la misma facilidad, lo que provocó inundaciones y pérdidas a la población. Para solucionar estos problemas el hombre diseño obras hidráulicas y así conducir el agua de la lluvia lejos de las ciudades. Otro de los problemas era el desbordamiento de los ríos y lagos, los que no fueron agotados modificaron su trayectoria y condiciones naturales. Se desarrollaron sistemas de drenaje y alcantarillado a través de los cuales se eliminaron los desechos propios de la ciudad.

La ciudad de México no cuenta con un sistema de drenaje que capte por separado el agua de lluvia y evite que se contamine con las agua residuales. El agua que abastece a la ciudad se obtiene en un 71 por ciento del agua del subsuelo. La ciudad cuenta con áreas boscosas que permiten la captación del agua de lluvia y la recarga natural de los acuíferos. Estas zonas son denominadas “suelo de conservación”. El Distrito Federal es el centro de la economía del país por lo que su población va en constante aumento, incrementando también sus necesidades de abastecimiento de agua potable y drenaje.

La mancha urbana se extiende cada día más y se asienta en los bosques y cauces naturales, lo que provoca que se reduzcan las áreas de infiltración del agua de lluvia, pues ésta es captada por las azoteas y calles para ser conducida hacia los colectores y drenajes.

En otras ciudades del mundo también se han desarrollado sistemas de captación de agua de lluvia para fomentar la recarga del subsuelo de manera artificial; se utilizan zanjas, sumideros y pozos de infiltración. Estas obras, comparadas con construcciones de captación y almacenaje superficiales -presas, diques, vasos- resultan económicamente más factibles y cumplen con el propósito de recargar los mantos acuíferos aprovechando el agua de lluvia. Una ciudad de importancia y características geográficamente similares a la ciudad de México es Guadalajara.

En la ciudad de México el agua de la lluvia se pierde en gran proporción debido a que no toda se infiltra al suelo, una parte se evapora y otra se canaliza hacia el drenaje, donde se contamina y resulta costoso potabilizarla o tratarla para ser reutilizada. Además, no es conveniente utilizar esta agua para recargar artificialmente los acuíferos, pues éstos podrían contaminarse también, por lo que sería muy benéfico captar el agua de lluvia e infiltrarla antes de que se contamine o se pierda por la evaporación, o bien someterla a un proceso de potabilización para ser inyectada a través de pozos de infiltración al subsuelo; tal es el caso de una planta piloto que tiene el SACM en una planta de tratamiento en el Cerro de la Estrella.

De toda el agua que existe en el planeta, el 97.91 por ciento corresponde al agua de los mares y océanos y sólo el 2.09 por ciento al agua dulce; se podría pensar que ese porcentaje es suficiente para abastecer a la población mundial si tomamos en cuenta que el 2.09 por ciento equivalen a 35.027 M km3 de agua, pero no es así.

En la ciudad de México las precipitaciones alcanzan un promedio anual de 700 mm. La recarga del acuífero del Valle de México ocurre en su mayoría en las áreas boscosas del Distrito Federal, en las delegaciones Cuajimalpa, Milpa Alta, Magdalena Conteras, Tlalpan y Tláhuac, en las que se concentra una región ecológica de 71 mil ha. El territorio del Distrito Federal cuenta en un 59.5 por ciento de su extensión con el suelo de conservación, el cual comprende más de 88 mil 500 ha, incluida la región ecológica. Esta zona está conformada por 24 subcuencas que alimentan al acuífero del Valle de México; las cuales se encuentran distribuidas de la siguiente manera: 39 mil ha corresponden a bosques, 33 mil 800 ha a zonas agrícolas, más de mil 300 ha de chinampas y cuerpos de agua, 11mil 400 ha de pastizales y matorrales y 4 mil 300 ha de asentamientos humanos. En la zona del Ajusco –en la sierra de Guadalupe y Chichinautzin- se produce la mayor recarga del acuífero del Valle de México. Éstos son pequeños acuíferos semiconfinados y con un área de recarga de  mil 825 Km2, de la que se extraen 925 M km3 al año. En el Valle de México, aproximadamente del 72 al 78 por ciento de la precipitación total se pierde en la atmósfera mediante procesos de evapotranspiración y sólo del 13 al 20 por ciento recarga el acuífero. En la ciudad de México las tormentas generalmente son muy copiosas y de corta duración, llegándose a precipita hasta 70mm de lluvia. En los ríos y arroyos del Valle de México corren  mil 300 M m3 del total del agua de las precipitaciones y sólo un 10 por ciento es almacenado en presas. Dentro de las alternativas que se pueden dar para captar los escurrimientos generados por las precipitaciones son: la construcción de Presas de Almacenamiento o desviar el agua hacia un drenaje pluvial, sin embargo son propuestas que requieren muchos estudios e inversión; incluso el sustituir el drenaje combinado por un sistema separado de captación de aguas negras y de lluvia, resulta complicado y muy costoso

Por otro lado, para abastecer de agua a la creciente metrópoli se empezaron a bombear mayores volúmenes de agua del subsuelo. Se calcula que en el año 2020 la población del Valle de México se elevará hasta alcanzar los 26 millones. En la capital actualmente se consumen 32 m3/s de agua, lo que en promedio serían 360 litros por persona. La Ciudad de México obtiene el agua que requiere para sus actividades de tres fuentes principales: el 71 por ciento se extrae de los mantos acuíferos; el 26.5 por ciento de las cuencas de los ríos Lerma y Cutzamala y el 2.5 por ciento restante de las fuentes superficiales que aún subsisten en la cuenca del Valle de México, como el río Magdalena. De los mantos acuíferos se extraen 45 m3/s para utilizarse en el zona metropolitana, mientras que sólo 25 m3/s se reponen naturalmente por medio de la infiltración, esto indica que el acuífero está siendo sobre explotado, ya que se extraen 20 m3/s más del agua que se recupera.

La falta de estudios geohidrológicos, geofísicos y geológicos en la realización de nuevas construcciones, ocasiona que la captación de agua pluvial sea menor y no se le da la importancia que amerita, ya que al ocupar lo que antes eran áreas verdes con nuevos desarrollos habitacionales, consorcios comerciales, etc., la infiltración del agua de lluvia al subsuelo se reduce por el incremento de las zonas pavimentadas y su desalojo a través de drenajes, lo que genera problemas de gran magnitud en obras recientes; pues la sobreexplotación del manto acuífero modifica de manera considerable la estructura del subsuelo, porque esto propicia la aparición de nuevas grietas en el subsuelo que pueden provocar cualquier sismo de magnitud que varíe de mediana a mayor (5 grados en la escala de Richter) ocasionen una gran cantidad de daños a los edificios. En la ciudad de México se recibe una precipitación anual que genera volúmenes de escurrimiento de 6 mil 700 millones de m3. De este volumen de escurrimiento una gran parte se evapora (4 mil 300 millones de m3) y sólo mil 300 millones de m3 escurren en los ríos y arroyos que se encuentran en el Valle de México. Como consecuencia del crecimiento de la mancha urbana, lo que antes eran áreas verdes se han convertido en edificios y calles pavimentadas, lo que ocasiona que mil 100 millones de m3 no se infiltren al subsuelo, sino que corran hacia el drenaje y se contaminen.

Para evitar los problemas de inundaciones en estos sitios se dispone de zanjas de infiltración, colocadas en las partes más altas de estas poblaciones, las zanjas son de construcción sencilla, sólo se excavan a lo largo del sentido transversal a donde corre el caudal originado por la lluvia, este se infiltra al subsuelo evitando así que las aldeas de la partes bajas se inunden. En algunas ciudades se construyen zanjas que tienen distintas dimensiones y son colocadas en avenidas y calles principales donde el problema de inundaciones es mayor.

En la ciudad de México se ha intentado recargar el acuífero del Valle de México mediante la inyección de aguas residuales al subsuelo, para esto se construyeron algunos pozos de absorción en distintos puntos de la ciudad. Una manera ideal de recargar el acuífero sería con agua de lluvia, pero debido a la constante urbanización es casi imposible. El agua de las precipitaciones se puede inyectar al subsuelo mediante zanjas de absorción dispuestos dentro de los lugares donde no se puede dar la recarga del acuífero de manera natural. La ciudad de México necesita captar el mayor volumen de agua de las precipitaciones e inyectarlo al subsuelo para recargar su acuífero; esto se puede lograr implementando un sistema de zanjas de absorción que permitan inyectar el agua de la lluvia antes de que ésta genere inundaciones y se pierda, ya sea por evaporación o por correr hacia el drenaje y se contamine.

La recarga artificial de los acuíferos tiene las siguientes aplicaciones:

  • Almacenar en el subsuelo los escurrimientos superficiales no regulados.
  • Reducir el descenso piezométrico.
  • Apoyar los sistemas de aguas superficiales y subterráneas en la manera en que se requiera.
  • Mantener el equilibrio hídrico en zonas ecológicas y zonas de conservación.
  • Reducir los costos de transportación, almacenamiento o bombeo de agua subterránea.
  • Actuar en la solución y remediación de los hundimientos provocados por la sobreexplotación de algunos acuíferos.
  • Aminorar problemas de intrusión salina en acuíferos costeros.
  • Aprovechar las propiedades de filtración del suelo y de la zona no saturada para tratar aguas potables y residuales.
  • Disminuir el contenido excesivo de nitratos, cloruros u otros compuestos químicos mediante disolución en las aguas de determinados acuíferos.

Las técnicas empleadas para recarga artificial de acuíferos pueden ser complicados sistemas de pozos de absorción de dimensiones desde dos a cuatro metros de diámetro y con profundidades que alcanzan hasta los 20 metros con una vida útil hasta de 20 años; aunque un método sencillo de recarga a base de pequeños pozos de infiltración de aguas pluviales resulta óptimo para realizar la recarga, se pueden construir en los sitios más diversos y sus costos son relativamente mas bajos que los pozos más grandes, además de que su mantenimiento es más sencillo. Para que se pueda llevar a cabo la recarga artificial de acuíferos es necesario que el suelo donde se pretende realizar sea permeable.

La captación del agua para uso agrícola necesita de mayores superficies de captación por obvias razones, por lo que en estos casos se requiere de extensas superficies impermeables para recolectar la mayor cantidad posible de agua.

La captación de agua de lluvia para consumo humano presenta las siguientes ventajas:

  • Alta calidad físico química del agua de lluvia,
  • Sistema independiente y por lo tanto ideal para comunidades dispersas y alejadas,
  • Empleo de mano de obra y/o materiales locales,
  • No requiere energía para la operación del sistema,
  • Fácil de mantener.

La sobreexplotación del acuífero del Valle de México y de otras fuentes de captación de agua potable puede aminorarse si se encuentra la manera de inyectar el agua proveniente de la lluvia al subsuelo y compensar la sobre explotación del acuífero con una adecuada recarga.

Las Zanjas de infiltración han dado excelentes resultados para recargar acuíferos. En algunos países como Bolivia, Cuba, Venezuela o China, se construyen zanjas que tienen distintas dimensiones y son colocadas en avenidas, calles y estacionamientos, donde el problema de inundaciones es mayor.

De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, no todo el suelo de la ciudad tiene características suficientes de permeabilidad que permitan la infiltración del agua, por tal motivo las disposiciones de la presente Iniciativa se limitaran a las obras que se realicen en los predios que se encuentren en los suelos de lomas o de transición, Zona I y II del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal.

Se resuelve adicionar una fracción XLI al artículo 4; se adicionan los artículos 125 Bis, 125 Bis 1, 125 Bis 2, 125 Bis 3, 125 Bis 4 y 125 Bis 5 de la Ley de Aguas del Distrito Federal, para quedar como sigue:

Artículo 125 Bis.- En las edificaciones nuevas que se construyan en los predios localizados en las Zonas I y II de lomas o de transición en el Distrito Federal, conforme a la zonificación indicada en el Capítulo VIII del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal, será obligatorio contar con sistemas de cosecha y recarga de aguas pluviales al subsuelo que permitan su infiltración.

Dicha infiltración deberá encausarse a través de diferentes sistemas, como  zanjas y pozos de absorción, pisos filtrantes, estacionamientos con pasto o de cualquier material que permita la infiltración del agua de lluvia y la recarga al subsuelo.

Las medidas y demás especificaciones de las zanjas de absorción, serán determinadas en el Reglamento de la Ley de Aguas del Distrito Federal.

Artículo 125 Bis 1.- Para el caso de las nuevas construcciones que se encuentren cercanas a áreas verdes, barrancas, zonas boscosas o cualquier otra cubierta vegetal o área natural, se deberá establecer el sistema de cosecha y de recarga de aguas pluviales al subsuelo señalado en el artículo anterior ó un sistema en el cual se encause el agua de lluvia a estos lugares permitiendo su infiltración.

Artículo 125 Bis 2.- El porcentaje total de área libre de construcción de las nuevas edificaciones del Distrito Federal, serán áreas verdes y las zonas que se destinen a estacionamiento de vehículos se deberá cubrir con pasto o con material permeable que permita la infiltración del agua de lluvia, siempre y cuando los predios se encuentren en los suelos de lomas o de transición, Zona I y II del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal.

Artículo 125 Bis 3.- El sistema de captación y recarga de agua pluvial al subsuelo deberá estar indicado en los planos de instalaciones y formará parte del proyecto arquitectónico, que debe ser presentado para el trámite del registro de Manifestación de Construcción o Licencia de Construcción Especial. Dicho mecanismo deberá ser evaluado y aprobado por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, así como contar con la aprobación de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y de las Delegaciones Políticas.

Artículo 125 Bis 4. Todos los proyectos que estén sujetos al Estudio de Impacto Urbano deberán contar con un sistema de captación y recargas de aguas pluviales al subsuelo.

Artículo 125 Bis 5.-La autoridad correspondiente revisará que el sistema establecido en el Capítulo anterior, este integrado a la obra en su terminación, siempre y cuando se encuentre en los suelos de transición o de lomas Zona I y II del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal. En caso de no acreditarlo al momento del aviso de terminación de obra correspondiente, la autoridad competente no otorgará la autorización de uso y ocupación.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO