Con su venia diputado presidenta.
Compañeras y compañeros diputados.
Todos con impotencia hemos sido víctimas de la cada vez más recurrente, manipulación abusiva del precio de diversos productos, servicios o alimentos de nuestra economía, para elevarlos injustificadamente.
Desgraciadamente, a lo largo de esta pandemia y en plena emergencia sanitaria y económica, vimos cómo esta práctica se intensificó, ya que especuladores manipularon el precio de muchos productos de nuestra canasta básica, en pleno atropello de todas las familias mexicanas.
Vimos como especuladores adquirían del productor, el kilo de limón a un precio promedio de 44 pesos y tiránicamente lo llegaron a vender, hasta en 80 pesos el kilo.
Así como pasó con el limón, desafortunadamente también sucedió con muchos alimentos más.
Como el maíz, la tortilla, la leche, el huevo, el aguacate, la carne de res, puerco y pollo; o, papel higiénico.
Fueron o incluso algunos siguen siendo presa de incrementos injustificados y desproporcionados de su precio; perjudicando sus posibilidades de adquisición e incluso disponibilidad y generando además, graves presiones inflacionarias.
Ante este tipo de abuso, sistemático y cada vez más recurrente, pocas opciones tenemos para defendernos o al menos, para denunciar.
Si bien, nuestras autoridades económicas están pendientes para identificar este tipo de problemas; la realidad es que no tienen la capacidad inmediata para incidir en esta práctica nociva, ni tampoco para inhibirla o castigar a quien incurra en ella; o al menos, para recibir las denuncias.
Lo que nos obliga a ser contundentes y detener este pillaje desvergonzado a las finanzas familiares, de una vez por todas para que ya no se especule con los precios de servicios, productos o alimentos, de la canasta básica.
En el Grupo Parlamentario del Partido Verde, condenamos enérgicamente ese aumento injustificado de precios y levantamos la voz, para detener esa rapiña en contra de los hogares mexicanos.
Por ello, propongo esta reforma que involucra en la erradicación de estas prácticas, a un organismo que tiene el personal, la infraestructura y los dientes; para reaccionar de manera inmediata.
Para dotar a la Procuraduría Federal del Consumidor, de la facultad y obligación, de aplicar un programa permanente de vigilancia de precios al consumidor final, de los productos que integran la canasta básica, para detener esos aumentos de precios indiscriminados e injustificados de sus productos, bienes o alimentos.
Hoy más que nunca, necesitamos mandar a los hogares mexicanos; el mensaje de que estamos atentos para denunciar, perseguir, sancionar y erradicar, esa infame práctica que atenta en contra de las finanzas familiares y la economía nacional.
Ya no lo vamos a tolerar más y hay que hacer algo al respecto.
Ese es el propósito de la presente iniciativa que les presento, al mismo tiempo de pedir su apoyo a ella.
No podemos seguir siendo esa sociedad que olvida que, lo que el especulador gana por el aumento injustificado del precio de su producto, lo pierde después por la caída en su consumo.
Porque eso que aparentemente es bueno para él; en realidad termina siendo malo para todos y para toda la economía en su conjunto.
Más aún, cuando la especulación se permite y tolera, en los productos de nuestra canasta básica.
Ya basta de esta práctica abusiva y desvergonzada.
No podemos permitir más artimañas insolentes en los precios o de acaparamiento de productos, que afecten su adquisición o la disponibilidad para todos nuestros hogares.
No debemos omitir, que quienes integramos la presente soberanía, somos también corresponsables en el rumbo económico que tenga nuestro país.
Es importante que la canasta básica se proteja y sobre todo se vigilen estas prácticas indebidas, que se llevan hoy por hoy.
Es cuanto, muchas gracias.