Con la venia de la Presidencia.

Las transformaciones propuestas en el terreno económico por el Presidente Peña Nieto, aprobadas y enriquecidas con la aportación de la mayoría de las fuerzas políticas aquí representadas, constituyen los cimientos sobre los cuales se apoya el desarrollo futuro de nuestro país.

Nuestro trabajo implica llevar a cabo un ejercicio de análisis y revisión del cuarto informe que presentó en días pasados el Presidente Enrique Peña Nieto ante el Congreso de la Unión para dar cuenta a los ciudadanos del estado que guarda la administración pública del país.

En este orden de ideas, es trascendental examinar las acciones y políticas públicas encaminadas a promover el aumento de los niveles de bienestar de la población, a través del impulso al potencial de crecimiento de nuestra economía, del buen manejo de las finanzas públicas y de una mejor distribución de la riqueza; la suma de estos factores generará las condiciones necesarias que permitan a las familias mexicanas salir adelante.

La tan injustamente criticada reforma hacendaria ha resultado esencial para nuestro país en tiempos de crisis de la economía internacional. En 2012, los ingresos fiscales por petróleo representaban 8.9% del PIB y aportaban 39.4% del total de los ingresos públicos, mientras que los ingresos tributarios sólo eran del orden de 8.4% y aportaban el 37.2% del total de los ingresos públicos. En cambio, el año pasado la recaudación tributaria llegó a 13% del PIB, que es su máximo nivel histórico, y aportó el 55.4% del total de los ingresos públicos, compensando en gran medida la caída en los ingresos petroleros, los cuales disminuyeron a 4.7% del PIB en el mismo año y pasaron a aportar 19.7% del total de los ingresos públicos.

Es esta circunstancia la que ha permitido a nuestro país un cierto margen de maniobra para considerar ajustes fiscales orientados a promover la inversión y el empleo para el año 2017. Los datos son contundentes y hablan por sí solos, sin los ingresos generados por la reforma hacendaria se habrían reducido las alternativas de acción.

Mantener la estabilidad macroeconómica es una condición indispensable para consolidar el proceso de transformación de nuestro país, por este motivo, el Gobierno del Presidente Peña Nieto se ha propuesto de modo prioritario que México cuente con finanzas públicas sanas.

En cuanto al tema de la estabilidad de precios, es preciso señalar que hasta julio de 2016 se han registrado 15 meses consecutivos con tasas de inflación históricamente bajas. En 2015, se tuvo la tasa de inflación anual más baja desde que se tiene registro: 2.13%.

La disciplina fiscal, la política monetaria autónoma y la reducción en el costo de diversos bienes y servicios, son condiciones que fomentaron esta situación. Gracias a la adecuada gestión de la política macroeconómica, a pesar de la volatilidad en el tipo de cambio, el índice de precios al consumidor apenas ha sufrido su impacto.

Otro elemento a destacar es la estabilidad de precios de la Canasta Básica, la cual ha sido más baja que la Inflación General. En 2015 ésta fue sólo de 1% anual y en marzo de 2016 alcanzó su mínimo nivel histórico. De esta manera, el gasto de las familias rinde más.

Una parte importante del crecimiento económico ha sido impulsada por el Consumo Interno. En los primeros 42 meses de gobierno el Consumo Privado de los Hogares ha tenido un crecimiento acumulado de 8.4%, lo que demuestra la confianza de los mexicanos en el desempeño de la economía.

Este mayor consumo responde, a su vez, a mayores niveles de empleo y poder adquisitivo. Desde el inicio de la administración hasta julio de 2016, se han creado más de 2 millones de puestos de trabajo registrados en el IMSS. Este es el mayor aumento de empleos formales para un periodo similar en la historia.

Lo anterior expone que estamos en el camino correcto, nos demuestra que la pertinencia y responsabilidad está rindiendo frutos, por eso hacemos hincapié en la necesidad de seguir construyendo sobre la base que ya se tiene y dejar de lado las tentaciones de revertir lo mucho que se ha conseguido.

Sabemos de la necesidad de emprender los cambios necesarios para transformar al país en una nación moderna, generadora de riqueza, que ofrezca a sus habitantes condiciones de vida digna, así como más y mejores oportunidades para prosperar.

Instrumentar estas decisiones requiere valentía, cosa que les reconocemos al Presidente Peña Nieto porque gracias a ello se han dado pasos firmes y a la vez responsables en la construcción del país que merecen los mexicanos.

Es cuanto, Señor Presidente.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO