Con la venia de la presidencia.

Compañeras y compañeros diputados, hoy quiero hacer una pregunta, que aquí mismo la voy a contestar. ¿Para qué sirve leer un libro? es una pregunta que se hace quien nunca se ha acercado a la literatura.

El psicólogo canadiense Steven Pinker de manera muy simple nos responde a esta interrogante al señalar que: "Leer nos permite acceder a mundos que sólo pueden ser vistos a través de los ojos de un extranjero, de un explorador o de un historiador". Lo anterior puede llevarnos a que una norma que no cuestionamos pase a ser una observación explícita, susceptible de replantearse.

Sin duda alguna, leer es establecer un vínculo con el texto que involucra al lector intelectual y emocionalmente. Es desarrollar la facultad de comprender y sentir plenamente un escrito, la capacidad que se desarrolla a medida que se frecuenta y ejercita la habilidad intelectual de leer, que es algo mucho más complejo que la simple alfabetización. El aprender a leer y sacar provecho de esa habilidad sólo se consigue leyendo.

En virtud de lo anterior, expongo ante este Pleno la presente iniciativa con proyecto de decreto que adiciona la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, cuyos objetivos principales son:

1) Incluir en la Ley el tema de la promoción de libros en lenguas indígenas;

2) Fomentar la publicación de obras de autores indígenas; y

3) Ampliar el catálogo de obras de la literatura universal traducidas a lenguas indígenas.

Recordemos que, de acuerdo al Banco Mundial, en 2015 había alrededor de 300 millones de personas que pertenecen a pueblos nativos, lo cual constituye aproximadamente el cuatro por ciento de la población de todo el planeta. Por su parte, México cuenta con una población indígena que rebasa los doce millones de personas, de los cuales poco más de siete millones hablan su lengua materna.

A pesar de la importancia de su milenaria cultura, no fue hasta mediados del siglo veinte cuando se reconoció a los pueblos indígenas como sujetos de derechos, lo cual ha permitido visibilizar sus carencias y necesidades, así como contar con un conocimiento más profundo de sus formas de vida y su visión del mundo.

En este contexto, en el año 2001 se realizaron diversas modificaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismas que dieron pie al reconocimiento de nuestra diversidad cultural, señalándose en el primer párrafo del artículo 2° que: "La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas".

Igualmente, la fracción IV del apartado A del artículo 2° de la Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para "Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan su cultura e identidad".

La relevancia de este reconocimiento en nuestra Carta Magna radica en hacer visibles y permitir que los poco más de doce millones de personas indígenas ejerzan sus derechos. Sin embargo, debemos dar un paso más en este tema, pues este sector de la población no tiene acceso a la literatura universal o a la publicación de sus obras literarias en las diversas lenguas maternas y dialectos que se hablan y escriben en el territorio nacional.

En la actualidad nuestro país solamente publica libros en lengua materna que sirven de apoyo para la educación básica y media superior; así como los relativos a los derechos de los pueblos y comunidades indígenas. Asimismo, se publican ejemplares de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; diccionarios bilingües de algunas lenguas maternas al español; así como libros de leyendas regionales. Sin embargo, son realmente pocos los textos clásicos de la literatura universal que se publican en lenguas indígenas; solamente "El Principito", para poner un ejemplo, cuenta con una traducción a la lengua tseltal del estado de Chiapas.

En este sentido, la presente iniciativa pretende reformar la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro con objeto de dar cumplimiento a lo mandatado por la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.

Quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México queremos que los pueblos y comunidades indígenas vivan en condiciones sociales y económicas dignas, dentro de un marco de igualdad. Para alcanzar esta meta es importante promover más y mejores políticas públicas de este tipo, siendo el fomento a la lectura una de ellas y la cual es también objeto de la presente iniciativa de ley.

Es cuanto, muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO