*El diputado Luis Edgardo Palacios pidió, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, parar estas prácticas que no solo resultan dolorosas, sino inaceptables

Diputados del Partido Verde solicitan a las secretarías de salud, federal y estatales, revisar o instituir, según sea el caso, el Programa de Atención Múltiple al  Maltrato Infantil en todos los hospitales, clínicas y centros de salud del país, a fin de detectar y atender los casos de violencia infantil .

Ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el legislador ecologista, Luis Edgardo Palacios Díaz, presentó un punto de acuerdo para pedir la actualización del programa que funciona en algunas instituciones de salud como servicio de vigilancia a los reportes de violencia en agravio de la niñez; y la capacitación del personal médico de las unidades de urgencia, el objetivo es  concientizar sobre la importancia de la denuncia.

"Los niños también son víctimas directas de la violencia familiar,  crueldad que puede adoptar una forma física o psicológica y ser ejercida por uno o ambos padres/padrastros o, incluso, por otros miembros de la familia, como los hermanos. Puede incluir abusos sexuales, sobre todo en el caso de las niñas y los castigos corporales y psicológicos que se infligen como prácticas de "disciplina" también pueden considerarse una forma de violencia" expuso. 

El llamado del diputado al Sistema de Salud, es que se ponga en marcha un esquema nacional confiable de detección de casos de maltrato infantil y se establezca una visión comprometida con la infancia y la adolescencia y en cada caso que se detecte se dé aviso al Ministerio Público. "Paremos de una vez por todas estas prácticas que no solo resultan dolorosas, sino inaceptables" dijo.

En México residen poco más de 38.2 millones de niñas, niños y adolescentes, en términos relativos. La cifra representa 30.4 por ciento de la población total y, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 63 por ciento de los menores de 14 años sufren agresiones físicas y psicológicas como parte de su formación. Esto es así, porque los tratos violentos en la crianza están normalizados en el seno de las familias y los casos de maltrato a menores pueden escalar, desde situaciones cotidianas como los gritos, las humillaciones y los castigos físicos hasta desafortunados eventos como la negligencia, lesiones corporales graves y el abandono.