Refrendó su compromiso en el respeto a los derechos humanos, a la ley y a las instituciones a las que valoró como “los instrumentos con los que cuenta nuestra democracia para seguir creciendo y consolidándose”.

Los derechos humanos, dijo, “son indispensables para que nuestra sociedad viva en armonía y se desarrolle a plenitud en todos los órdenes de la vida social”.

Acompañado  por su esposa, Angélica Rivera y legisladores federales, el mandatario aseguró que con la promulgación de la Ley “se trata de fortalecer el estado de derecho en todo el país y de sentar las bases para un mejor futuro como sociedad”.

En su oportunidad, la presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables, la perredista Verónica Juárez, dijo que “esta ley es el llamado a garantizar los derechos y a proteger de manera integral y efectiva a la población infantil y adolescente de México”.

Ello, dijo la legisladora, “porque no podemos permitir que el crimen organizado y que las debilidades institucionales estén consumiendo la vida de miles de ellas y ellos a través de las desapariciones de la muerte de la captación y hasta de estos mensajes cotidianos que promueven violencia desde los medios de comunicación, desde las escuelas desde las familias”.

El titular del Ejecutivo dijo que el gobierno federal trabaja con decisión y compromiso para lograr una mayor protección de los niños y adolescentes, tal como lo obliga nuestra Constitución.

En su discurso, insistió que su administración seguirá trabajando para que en todo el territorio nacional cada menor goce de una buena alimentación y tenga acceso a servicios de salud y que reciban una educación de mayor calidad.

Además que tengan una vida libre de violencia y discriminación para garantizar su desarrollo y sano espaciamiento.

El mandatario federal advirtió que si queremos un México libre de violencia es imprescindible que nuestros niños y adolescentes crezcan en entornos de respeto, paz y armonía, “de la formación que reciban nuestros menores dependerá que mañana tengamos una mejor sociedad”.

LA CRÓNICA