Arturo Escobar y Vega, líder del Partido Verde Ecologista de México en el Distrito Federal, llamó al jefe del Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, para que conmine a los funcionarios de la administración local a abstenerse de recibir regalos que, por su valor, impliquen violaciones a la Ley Federal de Responsabilidades de Servidores Públicos.

El también senador calificó como favorable para la lucha contra la corrupción, la medida emitida por la Secretaría de la Función Pública, que regula el monto de los regalos que pueden recibir los funcionarios públicos federales.

Es conveniente que el Gobierno del Distrito Federal mantenga y aplique de manera eficaz y sin impunidad lineamientos similares para los servidores de su administración en virtud de que Marcelo Ebrard ha ofrecido conducir su gobierno bajo el principio de la austeridad, dijo.

El líder pevemista recordó que la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos establece que “durante el desempeño de su empleo, cargo o comisión, y un año después, los servidores públicos no podrán solicitar, aceptar o recibir por sí, o por interpósita persona, dinero o cualquier otra donación, servicio, empleo, cargo o comisión para sí…”

Agregó que dicha legislación señala que se castigarán como cohecho las conductas de los servidores públicos que violen tal ordenamiento, de manera que la sanción se aplique en términos de la legislación penal.

El senador ecologista llamó a los ciudadanos y medios de comunicación a permanecer atentos al cumplimiento de las restricciones legales en materia de obsequios, donativos o beneficios que reciban los servidores públicos para evitar viejas formas de corrupción e impunidad.

Escobar y Vega advirtió que el PVEM, en su calidad de instituto político, seguirá pugnando por que se fomente una cultura de transparencia y legalidad.

Por último, apuntó que hay mucho por hacer en ese renglón, de manera que debe vigilarse el cumplimiento de las disposiciones vigentes, para beneficio de los intereses públicos y para evitar que queden sólo en desafortunados signos de demagogia.