En la capital del país, cada año se pierden entre 300 y 500 hectáreas de reserva ecológica por asentamientos irregulares.
“Es necesario crear más espacios para crecer, pero debemos hacerlo de forma ordenada y con un estudio serio que respete el suelo de conservación”: Mariana BoyMéxico D.F., a 5 de febrero de 2010
Boletín número 018/10
ASENTAMIENTOS IRREGULARES PROVOCAN SEVEROS DAÑOS AL MEDIO AMBIENTE: PARTIDO VERDE
- En la capital del país, cada año se pierden entre 300 y 500 hectáreas de reserva ecológica por asentamientos irregulares.
- “Es necesario crear más espacios para crecer, pero debemos hacerlo de forma ordenada y con un estudio serio que respete el suelo de conservación”: Mariana Boy
La población que se asienta e manera irregular en zonas no aptas para el desarrollo urbano, no sólo afecta su integridad física y su patrimonio, sino que además provoca daños al medio ambiente, por ello el Partido Verde demandó al Gobierno Federal frenar los asentamientos irregulares e integrar un Atlas de Riesgo fidedigno.
Mariana Boy Tamborrell, Secretaria de Ecología y Medio Ambiente, dijo que este tipo de asentamientos irregulares normalmente se establecen en la periferia de las ciudades, lo que provoca efectos negativos sobre el medio ambiente, como son el deterioro ecológico y la contaminación, además de severos daños a la salud de la población.
Señaló que la presión demográfica que se vive en muchas regiones y ciudades del país ha propiciado una demanda de suelo habitacional que ha incrementado su costo. Esto ha originado crecientes asentamientos irregulares de muchas familias, pero con graves consecuencias para el medio ambiente.
Boy Tamborrell destacó que es obligación del Estado realizar una planeación estratégica del desarrollo urbano, que permita otorgar los servicios necesarios a la población y planear los recursos que deberán aplicarse a tales servicios. Señaló que en el caso de la ciudad de México los asentamientos irregulares, en la mayoría de los casos permitidos por administraciones anteriores, han ocasionado que cada año se pierden entre 300 y 500 hectáreas de reserva ecológica.
Dijo que la construcción de desarrollos inmobiliarios y habitacionales, la descarga de aguas residuales y la contaminación por biogas debido al mal manejo de rellenos sanitarios, son algunos de los daños ambientales que afectan considerablemente la recarga de los mantos acuíferos.
“Por cada metro de suelo de conservación que se pavimenta, se dejan de captar mil 700 litros de agua al año, se disminuyen áreas de recreación y se afecta considerablemente la salud de la población”, agregó.
Por ello, agregó Boy Tamborrell, es necesario instrumentar programas y acciones para identificar e inventariar los asentamientos humanos irregulares en el país, a fin de lograr su regularización y reubicación, en función de las disposiciones que la ley establezca para el ordenamiento territorial de los asentamientos humanos.
“Sabemos que es necesario crear más espacios habitacionales para crecer, pero debemos hacerlo de forma ordenada y con un estudio serio que respete el suelo de conservación, a efecto de preservar las áreas de reserva y aminorar los daños al medio ambiente”, concluyó.
