El gobierno federal decidió acelerar los programas de seguridad física de las dos principales empresas paraestatales, Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Ante los ataques perpetrados a las instalaciones de CFE en Michoacán, el pasado domingo 27 de octubre, que pusieron en alerta a las autoridades, ambas empresas trabajan ya en esquemas para emplear la mejor tecnología que permita asegurar sus instalaciones estratégicas ante la persistencia de amenazas a sus instalaciones por parte del crimen organizado.
El objetivo es crear sistemas integrales de seguridad física que cuenten con equipos de alta tecnología para llevar a efecto la vigilancia aérea, terrestre y marina con equipos no tripulados (aviones, vehículos, embarcaciones), equipos de captura de imágenes de largo alcance, los cuales serán operados por las secretarías de Marina y Defensa Nacional desde centros de comando y control.
Por separado, según información proporcionada a través del IFAI, Pemex y CFE realizan diagnósticos en materia de seguridad física de sus instalaciones y cómo cubrir los requerimientos. Pemex trabaja en el Proyecto de Seguridad Física de Pemex Exploración y Producción (PEP) 2013-2017, cuyo costo asciende a 2 mil 900 millones de pesos, y en el que reconoce que recientemente “las instalaciones y el personal de PEP han sido blanco de actividades ilícitas como el robo de combustible y secuestros de personal operativos”.
El problema es tal que la la Dirección Corporativa de Administración y la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de Pemex dio a conocer que en el sexenio pasado el número de tomas clandestinas en sus ductos se elevó de 213 a mil 449. Este año rebasan mil 600.
En el caso de CFE, desde 2009 se reconoció la existencia de grupos con actividad disidente y hostil, los cuales han perpetrado ataques en contra del Ejercito, de la Marina Armada, puestos de policías, edificios públicos e instalaciones de la CFE.
Actualmente, la empresa trabaja en cuatro programas de seguridad con un costo mayor a 2 mil 625 millones de pesos para reforzar atención y vigilancia en torno a las 88 instalaciones estratégicas que opera a lo largo y ancho del país.
Algunas de las acciones emprendidas por la paraestatal son la construcción de edificios para alojamiento al personal militar y de seguridad física, de cuartos de control y monitoreo, torres de vigilancia, casetas de acceso.
Ambas empresas reciben el apoyo de las secretarías de Marina y Defensa Nacional, quienes tienes desplegados a lo largo y ancho del territorio nacional para la vigilancia y protección de 216 instalaciones a 20 mil elementos. La mayor cantidad, 17 mil, son de Marina.
Fuente: EL UNIVERSAL
