En México 78% de la población se administra algún tipo de fármaco sin consultar al médico para tratar diferentes dolencias o síntomas, entre los más frecuentes están gripa (46%), dolor de cabeza (34%) y malestar estomacal (27%); y en porcentajes menores las infecciones, intoxicaciones, fiebre y acidez.

El 51% de los mexicanos consume analgésicos sin receta, mientras que 28% utiliza antigripales. Y a pesar de que la venta de antibióticos sin prescripción médica está prohibida, 11% de la población reportó usarlos.

Los otros fármacos que se consumen sin consultar al médico son: antiinflamatorios, antidiarreicos, antipiréticos, digestivos y antiácidos.

Al indagar sobre las razones que motivan la automedicación, 37% de los encuestados respondió que es muy caro ir al médico, mientras que 23% señaló que tiene que ver con la falta de información, 15% dijo no tener tiempo para ir al médico y 14% señaló que lo hace por costumbre. Estas cifras, de acuerdo con el estudio más reciente realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México.

Al preguntarles ¿qué es lo primero que hacen cuando se sienten mal?, 38% de los encuestados respondió que va al médico, pero el 62% restante dieron diferentes respuestas, tales como: preguntarle a alguien qué tomar, tomar un medicamento que ya se tenía en casa, esperar a que se pase el malestar o tomar un remedio casero.

Por otra parte, 59% de los encuestados reporta que el resultado de tomar un medicamento sin receta es bueno o muy bueno, mientras que solamente 15% reporta haber tenido un resultado regular y únicamente 1% reconoce que tuvo malos resultados.

Se entrevistó vía telefónica a personas mayores de 18 años durante el mes de junio de 2013. Fue una muestra representativa a nivel nacional, con un nivel de confianza de 95% y una tasa de error esperado no mayor a 5%.

El promedio de edad de los encuestados es de entre 15 y 39 años, mientras que la mitad de ellos cuenta con educación media superior o superior y 34% tiene educación básica.

La gente no percibe riesgos

Al preguntarles si conocen a alguien cercano que cotidianamente tome medicamentos sin receta, 52% de los encuestados respondieron que sí y 78% de quienes respondieron que sí, señalaron que es algún miembro de su familia.

Entre las ventajas que la población percibe de la práctica de la automedicación se encuentra, en primer lugar, la rapidez para atender su problema con 48% de las respuestas; el ahorro que representa con 34% de las respuestas y en tercer sitio, con 16%, la facilidad de hacerlo.

Resultan preocupantes los bajos porcentajes de la población que percibe como un riesgo la automedicación, el que se genere una dependencia o adicción al medicamento (3%), que se cubran los síntomas de una enfermedad más grave que requiere atención (7%) o que se cree resistencia a los antibióticos (1%).

Respecto a la situación específica en la cual recurren a autorrecetarse sin pedir la opinión de un profesional médico, 46% de la población respondió que incurre en esta práctica cuando tienen un síntoma, malestar o padecimiento que suelen presentar con cierta frecuencia; 22% dijo que cuando no puede ir de inmediato al médico y 14% señaló que cuando considera que una o dos pastillas son suficientes.

Para los entrevistados, los padres y la familia en general (40%), son los principales responsables del consumo de medicamentos sin consultar al médico; mientras que 14% lo atribuye a la publicidad que promueve el consumo de fármacos.

Respecto a esto último, 70% de los encuestados señaló que la televisión es el medio que más promueve el consumo de medicamentos.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, automedicarse puede provocar reacciones alérgicas, intoxicaciones, gastritis e infecciones crónicas.

Los sectores más vulnerables los conforman los niños, ancianos y mujeres embarazadas, puesto que la ingesta de fármacos sin prescripción puede traerles consecuencias graves.

También los riesgos de la automedicación se incrementan en las personas que presenta problemas de presión arterial, deficiencias cardiacas y enfermedades crónicas tales como la diabetes, obesidad y hemofilia.

De acuerdo con las autoridades sanitarias, en sus diversas campañas, si bien la gente con frecuencia se autoreceta antiinflamatorios, analgésicos, antibióticos, ansiolíticos, antidiarreicos y mucolíticos con la creencia de que son “inofensivos”, su uso excesivo también puede implicar riesgos serios para la salud.

Fuente: El Universal