México, DF, a  1 de Marzo de 2013 Boletín 38/13

La Ley Federal del Trabajo y el Artículo 123 constitucional prohíben estrictamente el trabajo de menores de 14 años: Samuel Rodríguez Torres   Todos conocemos las causas que lo propician, pero no se conjuntan esfuerzos para evitarlo. Jorge Azpiri  

El Partido Verde capitalino exhorta a las autoridades que inicien campañas en defensa de los derechos de los niños, evitando que sean explotados laboralmente.

Samuel Rodríguez Torres, Secretario General del Verde DF recordó  que la Ley Federal del Trabajo y en el Artículo 123 constitucional se prohíbe estrictamente el trabajo de menores de 14 años.

Es urgente erradicar esta práctica que ocurre en cocinas, comercios ambulantes, en calles vendiendo chicles, limpiando parabrisas, de payasitos, e incluso de cargadores en mercados, la merced o en la Central de Abastos en donde son explotados miles de niños, quienes tienen que abandonar los estudios para llevar algo de dinero a su casa.

La Encuesta Nacional de Empleo de 2011 calculó en más de 850 mil niños de cinco a 14 años los que laboran. En el tema, la Organización Internacional del Trabajo estima que alrededor del 36 por ciento de la población infantil trabaja más de 35 horas a la semana. El 14 por ciento de estos niños de 14 y 15 años se encuentran expuestos a actividades irregulares, mientras que  cerca del 12 por ciento, desempeña trabajos que se consideran peligrosos e insalubres. Además, de los niños que trabajan entre 5 y 13 años, el 3 por ciento desempeña labores irregulares; y cerca de otro 3 por ciento trabajos peligrosos e insalubres.

Jorge Azpiri, secretario de la Juventud del Verde DF señaló que el problema del trabajo entre los menores de edad es un tema doloroso y crítico, con una lamentable vigencia que invita a todos los sectores para enfrentarla, prevenirla y eliminarla.

Todos conocemos las principales causas que propician el trabajo infantil como son la pobreza, la ignorancia, la violencia familiar y algunos mal llamados empresarios sin escrúpulos que buscan mano de obra barata. Los niños merecen tener un futuro sin ser explotados y menos aún por sus padres, quienes les deben garantizar su desarrollo individual y el gobierno debe velar porque ese cometido se cumpla.