Viernes, 15 Febrero 2013 07:44

PRESENTACIÓN DE LA INICIATIVA QUE REFORMA LA LEY ORGÁNICA DE LA APF PARA DEVOLVER PESCA A LA SEMARNAT Featured

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México, D. F., a  12 de febrero de 2013

       

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA SENADORA NINFA SALINAS SADA, PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES, DURANTE LA PRESENTACIÓN DE LA INICIATIVA QUE REFORMA LA LEY ORGÁNICA DE LA APF PARA DEVOLVER PESCA A LA SEMARNAT.

Honorable Asamblea:

México posee 11 mil kilómetros de litorales y costas, y la actividad pesquera se ha convertido en una de las más importantes en nuestro país. Esta enorme línea costera y la gran biodiversidad marina, fueron en su momento percepción de que los recursos marinos son inagotables y los podemos seguir explotando sin consecuencia alguna.

Este concepto de recursos ilimitados permeó durante décadas sobre los bosques, sobre la vida silvestre, tanto como las especies sujetas a pesca con propósitos comerciales.

Todavía en el año 2003, se mencionaba que el  Océano era capaz de producir más proteínas animales de lo que podría consumir la población humana, varias veces mayor de la que ahora existe.

Así que sólo a diez años, nadie podría sostener esto.

Los hechos demuestran que las especies pesqueras se encuentran al límite de la sobre explotación, y que los mares y océanos son incapaces de soportar las tasas de explotación que le hemos impuesto en todo el mundo, no sólo en México.

Los informes más recientes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, dejan ver que, de las 441 especies utilizadas para la pesca en el mundo, el 52 por ciento, se encuentra explotada en su máximo nivel, sin posibilidades de expansión futura y con riesgo de declinar por mal manejo; el 20 por ciento se encuentra medianamente explotada, el 17 por ciento está sobreexplotado. Así que la tasa de recuperación es prácticamente inviable.

Estos datos son contundentes y hay que atenderlos

En México la situación no es mucho mejor:

Evaluaciones realizadas por el Instituto Nacional de la Pesca para el periodo de 1994 a 2000 señalan que, el 85 por ciento de las pesquerías mexicanas ya están en su máximo  nivel sostenible o en deterioro  total, así que sólo el 15 por ciento tenían potencial de desarrollo.

Si analizamos las Cartas Nacionales Pesqueras de los años 2000 a 2012, encontramos que, para el litoral Pacífico han pasado de un estatus de máximo rendimiento sostenible a deterioro total las pesquerías de robalo, pez vela, y callo de hacha en Baja California Sur, y la almeja chocolate en zonas de Baja California.

Pare el litoral del Golfo de México tenemos la misma situación para el huachinango, el pargo, la lisa, la almeja en Veracruz, así como el langostino de los Ríos Papaloapan y Pantepec.

De igual forma, en el Pacífico, Golfo de México y Caribe comenzaron en deterioro continuo con este estatus las pesquerías de camarón rozado, camarón rojo y camarón de roca, la de caracoles rosado, blanco.

Así es que como vemos, las especies mexicanas se encuentran en deterioro constante y continuo y debemos de atender este problema.

Pero encontramos más problemas que tienen incidencia en la crisis pesquera.

El primero son las artes de pesca no selectivas y que son altamente destructivas.

Esto ha tenido como consecuencia que se capturen “incidentalmente” especies no objetivo, es decir, especies no sujetas a comercio, y que se descartan muertas al mar, se pierde el potencial de la especie, nuestra capacidad de reproducirla y nuestra capacidad de comerciar con ellas; como es el caso de la vaquita, o tortugas marinas, que se encuentran en peligro de extinción.

Por ejemplo, las redes de arrastre, que devastan todo el fondo marino se han comparado con la deforestación de nuestros bosques, perdiéndose no sólo las especies, sino también los servicios ambientales.

La evidencia científica demuestra que los impactos económicos de la pesca pueden ser hasta diez veces mayores que el valor mismo del producto en la pérdida de otros servicios ambientales.

Estos datos por sí solos, nos permiten ver que no se han tomado las medidas necesarias para evitar las francas caídas de capturas de las especies pesqueras, ni de un abordaje adecuado que evite la pesca incidental tan grande, aún dentro de áreas naturales protegidas.

Nos resulta evidente que algo se está haciendo mal, o que no se está haciendo, con respecto a conservar y no se está teniendo un balance adecuado entre el mar y sus recursos.

Se deben incorporar los nuevos conocimientos científicos al desarrollo sustentable incluyendo las pesquerías para tener un desarrollo, ambiental y sobre todo un desarrollo económico de largo plazo para nuestro país.

Nos resulta claro que las especies de peces comerciales, llámense tiburón, atún, o peces de escama no son objeto de una producción controlada, como sucede en la producción ganadera o avícola.

Estos tipos de producción se dan en espacios, actividades y manejo intensivo controlado por el ser humano, incluyendo la cría y reproducción de las especies destinadas a la alimentación.

No sucede lo mismo con las especies pesqueras. Sencillamente, no tenemos el control sobre su crianza y reproducción, porque resulta que el océano no es nuestro espacio, como la tierra firme.

No podemos hacer parcelas, ni establecer límites.

El océano, sin duda es indivisible, creo que no se los tengo que explicar yo, los organismos microscópicos, pastos marinos, arrecifes, presas y predadores coexisten en un cierto balance y en un cierto equilibrio.

Entender esta compleja cadena de vida es conocida por los científicos modernos como “enfoque Eco sistémico”.

La pesca es la captura de especies que se dan de forma natural en el medio silvestre, es una extracción de vida silvestre de su medio natural. Es decir, organismos que de forma natural nacen en el mar son removidos de su medio.

Por esta razón debe implementarse la ciencia más moderna, con una visión mucho más amplia y con un criterio mucho más congruente, que nos permita primero que nada primero que nada la productividad de largo plazo y la sobrevivencia de las especies por obvias razones.

Porque si no hay especies, no tenemos productividad y  no tenemos el desarrollo adecuado para nuestros pescadores.

Por estas razones es que vengo ante esta Soberanía a la que someto esta iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar la Ley Orgánica de la Administración Pública con el objeto de reformar los Artículos 32 Bis, y 35 de la misma, para transferir, como lo tenía originalmente, atribuciones de pesca a la hoy Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

De la lógica aquí expuesta, se deduce que el haber llevado la administración de las pesquerías al sector productivo de SAGARPA en el año 2000, no ha mostrado beneficios ni sobre las especies pesqueras, ni sobre las especies capturadas de forma incidental.

Pero sobre todo, no se han mostrado beneficios en el nivel de vida de los pescadores ribereños que  ven como año tras año se agotan sus recursos pesqueros y que generan una ansiedad y confusión terrible.

Es por esto que las actividades pesqueras no deben realizarse sobre la base de una visión puramente productiva, sino que deben ser considerados el Principio Precautorio, la externalidad y el enfoque eco sistémico.

Repito, para que tengan el recurso en el largo plazo, y que sostengan su productividad debe haber un balance entre el cuidado del medio ambiente y el cuidado de sus recursos.

Por tanto, no puede manejarse desde dos dependencias con visión diversa, sino bajo una visión de integralidad, y sustentabilidad.

Finalmente, someto esta iniciativa para devolver el sector pesca al sector ambiental, con lo que estaríamos dando un primer paso para el ordenamiento marino y su biodiversidad, lo cual nos permitirá un mejor manejo de mediano y largo plazo y contemplar medidas más congruentes y verdaderamente sostenibles para el desarrollo y conservación de nuestro país.

Muchas Gracias.

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PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO

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