México D. F., a 10 de enero de 2013 Boletín 07/13

Es vergonzoso, dijo, que durante años han laborado 21 aserraderos en Milpa Alta y otros más en bosques citadinos, pero hasta ahora sólo se cierran cuatro y casualmente durante el operativo oficial no se capturó a ningún responsable.

Angélica Chacón, secretaria de Ecología del Verde capitalino, exige a las autoridades que actúen de inmediato en contra de los bosques metropolitanos y detengan ese delito ambiental que ocurre a la vista de todos en otros bosques como Tláhuac, del Ajusco, Álvaro Obregón y Tlalpan entre otros.

A esa destrucción de bosques se suman las batallas perdidas frente a los 553 asentamientos irregulares que en 10 años arrasaron con 2 mil 151 hectáreas del suelo de conservación citadino, superficie mayor a las tres secciones de Chapultepec juntas que miden 700 hectáreas.

La Secretaría del Medio Ambiente aceptó hace tiempo que disminuyeron las 150 mil hectáreas consideradas zonas ecológicas protegidas de la ciudad, esenciales para que la lluvia infiltre el acuífero, bosques y prados oxigenen la metrópoli.

Se exhorta a los delegados políticos y a la Secretaría del Medio Ambiente negar cualquier permiso de construcción que afecte zonas boscosas y, que organicen operativos en contra de talamontes apoyándose en las autoridades federales, la PAOT y la Fiscalía para Delitos Ambientales de la Procuraduría capitalina.

Milpa Alta es la segunda demarcación más afectada con daños a sus bosques, tiene 122 asentamientos irregulares; le sigue Tláhuac con 83 asentamientos distribuidos en 411 hectáreas y tala ilegal.

Los bosques de Cuajimalpa tienden a desaparecer con el establecimiento de 68 asentamientos en 255 hectáreas.  En el inventario figuran también Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras y Álvaro Obregón.