México, D. F., a 02 de octubre de 2012

Cuando mi partido me encargó preparar un discurso para una fecha tan importante, tan trascendental para la historia moderna del país como el 2 de octubre del 68 yo prometí antes que nada 3 cosas: no permitirme utilizar esta fecha para el lucro político, me prometí a mí mismo no utilizar esta fecha para convertir el discurso en un momento de lucimiento retórico; me prometí a mí mismo no caer, como desafortunadamente muchas veces ocurre, en las efemérides y las celebraciones tan importantes como esta, en no celebrar el sacrificio de otros para excusar la falta de sacrificio de uno por eso voy a ser breve.

Voy a ser breve solamente para mencionar y compartir con ustedes las tres razones por as que el partido verde considera que el 2 de octubre no se olvida.

Primero como una relación de hechos y acontecimientos históricos que nos permite entender los valores y las decisiones y sacrificio de muchos héroes que a lo largo de la historia de este país han ayudado a construir un México mejor. Sería injusto hablar del 68 y no mencionar al movimiento ferrocarrilero, de no mencionar la huelga América y no mencionar la huelga de la universidad Nicolaita del 67, la de la universidad de Sonora del 68 incluso posterior al 68 el 10 de junio del 71. Porque además de ese proceso de acontecimientos que se continúan y que hoy nos han dado un país más democrático sin duda, el 2 de octubre del 68 forma parte de un proceso histórico y como proceso histórico también lo tenemos que recordar, me refiero a la modernización de un país que cultivó una clase media crítica, educada a una población que se triplicó entre 1940 y 1970.

Al acceso a la universidad pública, me refiero a un crecimiento sostenido pero desafortunadamente acompañado de enormes desigualdades y de anhelos justos, legítimos, necesarios de democracia y de justicia, me refiero al contexto de la guerra fría, de una presidencia autoritaria, de unas olimpiadas que la obligaban a mantener una imagen de paz y progreso que no correspondían a los anhelos de cambio que enarbolaban esos jóvenes que hoy estamos conmemorando.

Ese proceso histórico que hizo que el movimiento del 68 un parteaguas fundamental para hacer de México una nación de ciudadanos, una nación en donde se transformó para siempre la relación entre gobierno y gobernados, una nación que emprendió el camino hacia la construcción de una democracia a lo largo de pequeñas batallas que no podemos olvidar de parte de todos los partidos políticos, de parte de la sociedad organizada, y a veces también de parte del gobierno, habló de la reforma del 77 y todas las que le siguieron.

Es muy importante entender y con eso concluyo más allá de los acontecimientos históricos, más allá del proceso histórico, lo que creo es importante recordar del movimiento del 68 es dimensionarlo en su espíritu simbólico porque de nada serviría el valor, de nada serviría el sacrificio, de nada servirían las ideas, de nada servirían las reformas sino reconocemos hoy con todo lo que esta aconteciendo en el país que a pesar de que mucho se repita el 2 de octubre no se olvida, que no se olvidan los acontecimientos y no se olvida el proceso histórico si se está olvidando algo muy importante, se está olvidando el espíritu de solidaridad, se esta olvidando el hambre de cambio, se esta olvidando el sentimiento de equipo.

Yo crecí…mis padres pertenecieron a la generación del 68 y siempre los admire por su compromiso, es algo que creo que a nuestras generaciones mas jóvenes nos faltan. Ellos oían canciones de Bod Dylan, Joan Bàez, honestamente creían en la unidad y en el cambio, sus héroes fueron el Che Guevara, los Beatles, Víctor Jara, poetas como Guillen.

No olvidemos el espíritu compañeros diputados y diputadas, no olvidemos lo importante que es más allá de los hechos poner el alma, entregarlo todo, más allá de los discursos, como la gente que estamos honrando hoy, y como prometí que iba a ser breve, quisiera simplemente culminar deseando que lo largo de esta legislatura y en honor a esos héroes que nos enseñaron con el ejemplo no con el discurso, deseando que a lo largo de esta legislatura nuestra acciones suenen tan fuerte que ya no se escuchen nuestras palabras.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO