En el marco del Día de los Parques Naturales –que se celebra este jueves-, consideró que la declaratoria de ANP para determinado espacio, no sirve de nada si carece de un plan de conservación efectivo, como el que establece la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA).

“Esto ocurre en muchos casos en nuestro país, pues a la fecha sólo 57 de las 166 ANP que tenemos cuentan con el plan de manejo que señala esa legislación”, afirmó.
Recordó que las propias autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) han reconocido la falta de un plan de acción efectivo para cuidar las zonas declaradas como áreas naturales protegidas.

La dirigente ecologista añadió que la situación se torna más difícil, si se toma en cuenta que mientas en 2007 el presupuesto para la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas fue de 773 millones de pesos, para 2008 el organismo cuenta con apenas 71 millones de pesos para consolidar el Sistema de ANP.

Señaló que la CONAMP tiene alrededor de 800 guardaparques, de manera que el déficit es de mil 800, pues diversos estudios revelan que las necesidades son de al menos dos mil 400 elementos.

Por ello, Boy Tamborrell refrendó su petición al Gobierno Federal y al Congreso de la Unión para que destinen más presupuesto a la conservación de la biodiversidad con la que cuenta el país.

Lamentó que pese a ocupar el primer lugar en diversidad de reptiles y el segundo en mamíferos a nivel mundial, “México es un país protegido sólo en el papel, pero no en la práctica, al no cumplirse con lo establecido en la LGEEPA”. 

Las ANP –añadió-, representan una de las principales estrategias sociales para la conservación de la biodiversidad en México, de manera que el manejo adecuado de estos espacios con fines de conservación y de uso sustentable de los recursos naturales, es uno de los principales retos para las autoridades nacionales del medio ambiente.

Indicó que nuestro país ocupa el quinto lugar entre las 17 naciones megadiversas del mundo, pero es constantemente amenazado por el crecimiento poblacional, la tala clandestina, la explotación del hombre, y por el incumplimiento constante de los mecanismos jurídicos de protección del medio ambiente.

La ecologista advirtió que cada año se pierde un millón de hectáreas de reserva boscosa y se provoca la desaparición de cientos de miles de especies de flora y fauna, principalmente en estados como Chiapas y Oaxaca, donde se localiza más de la mitad de la biodiversidad que posee el país.

En el periodo 1990-2000, México fue el único país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que perdió una parte de su superficie forestal; en Latinoamérica estuvo entre los de mayores tasas de deforestación, sólo por debajo de Brasil, Costa Rica, Guatemala y El Salvador, dijo.

Expuso que a las ANP también les afecta la pérdida de la biodiversidad, la invasión por asentamientos humanos irregulares, los tiraderos de basura clandestinos, la contaminación de corrientes subterráneas, las especies invasoras, la pobreza de las comunidades dentro de las propias áreas y el cambio climático.

Por ello, la responsable del área de ecología del PVEM insistió en su demanda para que las autoridades federales emitan los planes de manejo para la totalidad de las ANP, como lo prevé el artículo 65 de la LGEEPA, donde se establece que dicho instrumento debe formularse en un plazo máximo de un año a partir de la publicación de la declaratoria de cada área natural protegida.