Lunes, 09 Abril 2012 10:14

EL RUIDO, CONTAMINACIÓN QUE NO COMBATE EL GDF Y LA SMA: PARTIDO VERDE

México, DF, a 9 de abril de 2012 Boletín 60/12

    El 28 de septiembre de 2006 entró en vigor la norma ambiental para regular la contaminación por ruido, pero es letra muerta. Samuel Rodríguez Miles de adultos mayores y bebes víctimas de vecinos inconscientes que no respetan el reglamento con música estridente.  

La Secretaría del Medio Ambiente (SMA) capitalina muestra su ineficiencia para evitar la contaminación ambiental por ruido extremo en millones de habitantes, quienes sufren daños a su salud al estar expuestos, situación que podría incrementar el número de personas sordas o con problemas cardiacos y de tensión arterial.   Para el líder del Partido Verde del DF, Samuel Rodríguez Torres sorprende que la autoridad no refuerce las sanciones que prevendrían el daño a la sociedad, pues desde el 28 de septiembre de 2006 entró en vigor la norma ambiental para regular la contaminación por ruido, sin embargo el GDF ya la sepultó.

Nuestra sorpresa es que la SMA ostenta gastar mucho dinero en programas de beneficio ambiental, pero la población comprueba a diario que en materia de ruido excesivo no hace nada.

Según la Administración Ocupacional de Seguridad y Salud (OSHA), las personas expuestas a más de 85 decibeles durante 8 horas por día corren el riesgo de perder la audición. En el DF, usuarios del Metro, de mercados públicos, tianguis o incluso habitantes de unidades habitacionales, soportan por más horas grandes niveles de contaminación por ruido sin que la autoridad promueva medidas para  contrarrestarlo.

Samuel Rodríguez también solicitó a la Procuraduría Social capitalina verificar unidades habitacionales y condominios, obligando a los ciudadanos reducir las emisiones de ruido y mejorar la convivencia vecinal.

Antros y fiestas en zonas habitacionales son otro problema que molesta con gran estridencia a vecinos indefensos por la complaciente autoridad. Desde 2009 en la Ciudad de México se monitorea el índice de decibeles en espacios públicos y se registra muy por encima de lo  ideal (75 dB, mientras la Organización Mundial de la Salud considera que 50 dB es el límite superior deseable).

Puede parecer exagerado, pero a más de 60 dB las reacciones pueden ir desde dolor de cabeza, tensión muscular, aumento en la presión arterial, gastritis, colitis, aumento en niveles de colesterol y glucosa, y en personas con problemas cardiovasculares hasta un infarto.

Estadísticas de los servicios médicos indican que en el Distrito Federal, el 50 por ciento de adultos mayores padecen hipertensión arterial, sumado a ello la principal causa de muerte son problemas de corazón; esa situación debería obligar a las autoridades a impulsar programas de salud, dictar medidas que reduzcan el ruido y las causas de estrés citadino.

El ruido excesivo causa efectos psicológicos en las personas, como insomnio, fatiga, irritabilidad o agresividad, aislamiento social, histeria y neurosis; como si la vida cotidiana y laboral no brindara ya suficiente estrés.

Los estudios hechos por OSHA, señalan que la exposición a 92 decibeles debe tener un máximo de 6 horas, a 95 decibles cuatro horas, a 97 decibeles de tres horas, a 100 decibeles de dos horas, a 102 decibeles una hora y media, a 105 decibeles solo una hora, a 110 media hora y a 115 un cuarto de hora o menos. OSHA no llega a los 120 decibeles como exposición permisible.

  PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO