- Exhorta Mariana Boy a la Semarnat a negar autorizaciones sobre aprovechamientos no extractivos para el avistamiento de tiburón blanco.
- Alerta la titular de Medio Ambiente del Partido que las técnicas turísticas, como la sanguaza, ponen en riesgo el equilibrio ecológico en la zona.

El Partido Verde Ecologista de México presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República en contra de quien resulte responsable del vertimiento de residuos peligrosos de tipo biológico infeccioso en aguas oceánicas, básicamente en el área natural protegida “Isla Guadalupe”, localizada frente a la Península de Baja California.

Al mismo tiempo, el PVEM exhortó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a no otorgar más autorizaciones para el avistamiento de tiburón blanco dentro de la Reserva de la Biosfera de Isla Guadalupe.

La Secretaria de Ecología del PVEM, Mariana Boy Tamborrell, explicó que México cuenta con uno de los “santuarios de tiburón blanco” más importantes del mundo, particularmente en las costas de la Isla Guadalupe, donde también se localizan importantes poblaciones de elefante marino y de lobo fino de Guadalupe.

Señaló que las técnicas que utilizan los prestadores de servicios turísticos para atraer a los tiburones blancos, con la finalidad de que puedan ser observados cazando en su estado natural e incluso dando saltos en el agua, ponen en riesgo el equilibrio ecológico del área natural protegida, ya que vierten directamente al mar grandes cantidades de sanguaza (sangre de distintos orígenes, mezclada con agua y en algunos casos restos de vísceras).

Por ese motivo, Boy Tamborrell opinó que se debe considerar a la sanguaza como un residuo peligroso e incluso potencialmente infeccioso, puesto que su uso puede derivar en la propagación de virus o agentes patógenos, que son potencialmente infectantes y perjudiciales para la fauna marina y terrestre de la región.

Indicó además que el uso indiscriminado de esta técnica ha provocado la modificación de los hábitos y conductas del tiburón blanco en la región, lo que hace que ataquen excesivamente a los mamíferos marinos que habitan la zona y pone en riesgo la vida de las personas que extraen langosta y abulón.

“Resulta incongruente y preocupante que se cambien las conductas naturales, dentro de un área natural protegida, donde se debería de preservar el entorno natural en su estado más silvestre”, dijo.

La titular de Ecología del PVEM agregó que este instituto político no es el único inconforme ante tales prácticas, ya que se tiene conocimiento de que la Secretaría de Marina también ha manifestado de manera expresa su inconformidad ante la Semarnat, por el inadecuado aprovechamiento no extractivo de tiburón blanco en Isla Guadalupe.

Por ello, insistió en que el gobierno mexicano debe actuar enérgicamente contra estas actividades, y revisar la pertinencia de expedir autorizaciones para la observación de tiburón blanco, ya que –recordó- esta especie se encuentra protegida por la norma oficial mexicana NOM-059-SEMARNAT-2001, en la categoría de especie amenazada.