La Secretaria de Ecología y Medio Ambiente del PVEM, Mariana Boy, recordó que en la época de fin de año una de las tradiciones más importantes es la colocación del árbol de Navidad, pero consideró que debe prevenirse la importación ilegal de los mismos, pues podrían estar contaminados y afectar la vegetación de los bosques del país.

Señaló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como la Procuraduría Federal del Ambiente (Profepa), deben redoblar sus esfuerzos para detectar actos de tala desorganizada o clandestina, producción no sustentable de árboles, y la entrada de especies extranjeras sin las verificaciones y los permisos correspondientes.

De acuerdo con un informe de la Comisión Nacional Forestal, indicó Boy Tamborrell, en México se consumen cada año alrededor de dos millones de árboles, de los cuales sólo 600 mil son nacionales y cerca de un millón 200 mil son importados de Canadá y Estados Unidos.

Por ello, la dirigente del PVEM exhortó a la Profepa a llevar a cabo las acciones necesarias para garantizar que los árboles de navidad naturales que ingresen a nuestro país cumplan con la normatividad correspondiente en materia de sanidad forestal y agropecuaria.

Entre las plagas que podrían traer al país los árboles ingresados de manera irregular, la titular de Medio Ambiente pevemista mencionó el tizón suizo, la palomilla gitana, el escarabajo barrenador, el barrenador europeo y la roya, que amenazan las plantaciones y los bosques mexicanos.

Boy Tamborrell recordó que México tiene el índice de deforestación más alto del mundo, al perder anualmente más de 600 mil hectáreas de bosques, a causa de la tala de árboles e incendios.

“Por eso es conveniente y necesario que como sociedad seamos conscientes y no comprar árboles que han sido talados sin escrúpulo alguno y mucho menos árboles provenientes del extranjero que poseen plagas que amenazan la flora mexicana” insistió.

Por último, la representante ecologista invitó a la ciudadanía a comprar árboles certificados y, en la medida de lo posible, con raíz, para que pasado el momento navideño puedan conservarse con vida y ser replantados, para coadyuvar así a la conservación de los bosques.