El Partido Verde Ecologista de México hizo un atento llamado al gobierno y a la ciudadanía para fomentar una cultura de cuidado, racionamiento y uso eficiente del agua. Advirtió que de continuar contaminando el recurso, deforestando, explotando excesivamente y fomentando el desperdicio del agua, no solamente se empeorará la crisis del agua, sino que el vital líquido no será suficiente para el consumo humano.

La Secretaria de Medio Ambiente del PVEM, Mariana Boy Tamborrell indicó, que la disponibilidad del agua depende directamente del cuidado del medio ambiente y de nuestros patrones de consumo. Sin embargo, la acelerada degradación de los recursos naturales y el bajo cumplimiento de la regulación ambiental, así como la ineficiente vigilancia por parte de las autoridades, nos ha llevado a la crisis que hoy vivimos en torno al agua.

Boy Tamborrell explicó que la contaminación de los cuerpos de agua se debe en principal medida al inadecuado manejo de las aguas residuales, puesto que solamente se trata una quinta parte de éstas, según el Informe de Desarrollo Humano 2006 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Argumentó que “los municipios únicamente tienen la capacidad para reciclar 40 por ciento de las aguas residuales, no obstante solo tratan la mitad, y por si esto fuera poco, el recurso tratado no cumple con la calidad mínima establecida por la normatividad ambiental y de salud para ser vertido en los cuerpos de agua.”

La Secretaria de Medio Ambiente destacó el desperdicio de agua como otro de los problemas básicos, ya que en el país de 13.5km cúbicos que se consumen anualmente para uso público, se desperdician 4.7, cantidad que bastaría para abastecer a 8 ciudades (Nueva York, Tokio, Berlín, París, Londres, Madrid, Río de Janeiro y un D.F.) Tan sólo, en el Distrito Federal se pierde el 40 por ciento del líquido en fugas.

El Partido Verde Ecologista recalcó que la crisis de agua se agudiza en el país y que este problema no debe heredarse a futuras generaciones, por lo tanto exhortó al gobierno ha realizar actividades que atiendan la escasez, reduzcan los niveles de contaminación e interfieran para remediar la disponibilidad y desequilibrio de la distribución del agua.