En nuestro país, la pobreza extrema en que viven millones de mexicanos y la mala calidad en los sistemas educativos, se han convertido en detonantes para que miles de jóvenes busquen alternativas de desarrollo ligadas a actividades ilícitas, por lo que uno de los retos más importantes para el sistema educativo mexicano en los próximos años, será atender a la juventud que actualmente ni estudia ni trabaja, y que es presa fácil del crimen organizado, advirtió Jorge Legorreta Ordorica.

México, D. F., a 20 de noviembre de 2011

Boletín 262/11

• • El analfabetismo es una consecuencia de la mala calidad en los sistemas educativos y de un alto índice de deserción escolar, cuyos resultados se asocian a la pobreza y a la desigualdad social: Jorge Legorreta

En nuestro país, la pobreza extrema en que viven millones de mexicanos y la mala calidad en los sistemas educativos, se han convertido en detonantes para que miles de jóvenes busquen alternativas de desarrollo ligadas a actividades ilícitas, por lo que uno de los retos más importantes para el sistema educativo mexicano en los próximos años, será atender a la juventud que actualmente ni estudia ni trabaja, y que es presa fácil del crimen organizado, advirtió Jorge Legorreta Ordorica.

Mencionó que actualmente en México viven 10.7 millones de jóvenes entre 15 y 18 años, de ellos 3.7 millones estudian en las escuelas preuniversitarias; sin embargo, el 40 por ciento de ese total no concluirá sus estudios, engrosando con ello las cifras de la desocupación o la delincuencia.

En entrevista, el legislador del Partido Verde Ecologista, reprochó que en el país aún exista un grave nivel de analfabetismo, y como ejemplo, refirió que estadísticas del Censo de Población y Vivienda 2010, señalan que Oaxaca es la entidad donde existe un porcentaje de 6.6 por ciento de niños de 8 a 14 años de edad que no saben leer ni escribir.

Dijo que el INEGI también considera el analfabetismo como una consecuencia de la mala calidad en los sistemas educativos y de un alto índice de deserción escolar, y aseguró que sus consecuencias se asocian a la pobreza y a la desigualdad social, ya que las personas que no saben leer ni escribir se enfrentan a la exclusión laboral y a un desconocimiento pleno de sus derechos.

Recalcó que en nuestro país más de 322 mil 500 niños de entre 6 y 14 años de edad, no asisten a la escuela debido a que trabajan más de 20 horas a la semana en la pisca de maíz, algodón y tomate, entre otros, así como el comercio informal, según el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Sin embargo, recordó que la Secretaría de Educación Pública, reportó una cobertura en la educación básica de 100.8 por ciento; “lamentablemente en el ciclo 2009 – 2010; 2 millones 480 mil 900 niños de tres a 14 años se quedaron fuera de la escuela, y de mantenerse el ritmo de crecimiento de los pasados cinco ciclos escolares, la cobertura universal para preescolar se alcanzará en 2024 y para la secundaria 2014”, advirtió.

Luego de reconocer que también hay un déficit de escuelas para estudiar el bachillerato, por lo que muchos de los egresados de las escuelas secundarias se quedan sin ingresar, Legorreta Ordorica reiteró su propuesta para que el Gobierno Federal modernice los programas sociales que ayuden a combatir la pobreza extrema en México, y reforme la calidad en los sistemas educativos con el fin de combatir el analfabetismo en el que viven miles de personas como consecuencia de la inequidad social.

 

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